Poca bancarización de remesas
El Universal, , 14-03-2008ixel.gonzalez@eluniversal.com.mxLa mayoría de las remesas enviadas no están pasando por el sistema financiero formal, pues en Latinoamérica sólo 30% de la población tiene cuenta bancaria o acceso al crédito, indicó en entrevista Natasha Bajuk, especialista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).En el caso de México, alrededor de 33% de los receptores de remesas reciben este recurso a través de un banco; en tanto, 47% acceden a estos recursos mediante una compañía remesera; 10% de personas que viajan a México dan las remesas a sus familias; 9%, mediante correo tradicional; y 1%, por tarjeta de crédito, de acuerdo con cifras de 2007 del BID.Así, aunque más de la mitad de los receptores de remesas reciben el dinero en ventanillas de bancos o compañías remeseras, no se les introduce al sistema financiero, al no ofrecérseles una cuenta bancaria o producto especializado, explicó Bajuk.Hay una oportunidad que se está perdiendo para bancarizar tanto a los migrantes como a sus familias en el país de origen; es una oportunidad que se está desaprovechando, añadió en este sentido la especialista.Para el BID, el sistema financiero mexicano, junto con su ambiente legal y regulatorio, necesita ver a las remesas como flujos financieros en busca de productos, y a los receptores, como excelentes clientes potenciales cuando se les dé el acceso a productos que cubran sus necesidades.De hecho, de acuerdo con una encuesta recabada por el BID, los receptores de estos recursos están muy interesados en productos financieros como préstamos para pequeños negocios, seguros de vida y salud, hipotecas o préstamos para vivienda y créditos para educación.Estimaciones del BID indican que en México alrededor de 25 millones de personas se benefician de las remesas que reciben sus familias. Sin este tipo de transferencia, al menos una tercera parte de estas familias se ubicaría por abajo de la línea de pobreza, según el Banco Internacional de Desarrollo.Actualmente, casi 60% de las familias mexicanas usan estos recursos para cubrir gastos de primera necesidad. Natasha Bajuk, indicó que tan sólo un poco más de un tercio de las remesas pasa mediante una cuenta bancaria perteneciente al emisor o al receptor en América Latina.Y esta limitada bancarización, apuntó, se agudiza en el caso de transferencias de cuenta a cuenta, es decir, tanto en el origen como en el destino del envío, ya que estas transacciones ascienden a apenas 7% del total de las remesas enviadas.Según la especialista del Banco Interamericano de Desarrollo, en 2007 tres cuartas partes de las remesas van a familias de América Latina con ingresos mensuales inferiores a 500 dólares.
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