Los datos obrecidos por el Ministerio de Interior en su informe ‘Balance de la lucha contra la inmigración irregular 2007’ no se corresponden, según los representantes de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), con los registrados por los técnicos de este colectivo en su documento ‘Frontera Sur.

La portavoz de APDHA en el campo de Gibraltar, Agustina Díaz, presentó ayer el contenido del dossier, que ha sido elaborado con datos tomados de los medios de comunicación, estadísticas aportadas por el Gobierno, informaciones elaboradas por organizaciones amigas de marruecos, de África y de Canarias, así como con los resultados de investigaciones realizadas por miembros de la APDHA sobre el terreno.

Díaz señaló que las cifras del Ministerio de interior reflejan un incremento del seis por ciento en las repatriaciones con respecto a 2006 y un descenso a la llegada de inmigrantes por medio de embarcaciones de un 53,9 por ciento. Para APDHA, «son datos presentados de forma triunfalista por el Gobierno para mostrar en año electoral la eficacia de su política de regulación de los flujos migratorios».

89 muertos

Uno de los datos destacados en el informe ’Frontera Sur’ es que sólo en los dos primeros meses de este año han perdido la vida 89 personas (seis en las costas canarias, 13 en las gaditanas, una persona en Ceuta, otra en Argelia y 68 en las costas del Sahara y de Marruecos), frente a 12 en el mismo período de 2007. Para Díaz, estos números indican que, «pese a lo que se quiere dar a entender con los números de Interior sobre el descenso en la inmigración, las políticas de control de migraciones no están siendo efectivas». «Con este enfoque», señaló Díaz, «lo que se consigue es orientar el debate migratorio hacia una problemática de orden público, presentando a los migrantes como un problema de seguridad, de desbordamiento de las fronteras españolas y, por ende, de las europeas».

El informe ‘Frontera azul’ establece en 921 el número de personas que murieron durante 2007 durante el intento de emigrar de forma ilegal a otros países. La APDHA aclara que «éstos son los datos contrastados, pero no sería nada exagerado en estimar en al menos 3.500 los seres humanos que se han dejado la vida como resultado de políticas de control de fronteras cada vez más represivas ». El colectivo reconoce que la cifra ha descendido respecto a 2006, pero insiste en que «aún hay una cifra que ninguna sociedad democrática puede soportar».