El factor racial ha irrumpido en la campaña del Partido Demócrata para envenenar aún mas la lucha entre Barack Obama y Hillary Clinton para alcanzar la Casa Blanca. Una destacada colaboradora de la ex primera dama renunció ayer a su cargo después de que sus comentarios sobre el color de la piel del senador de Illinois fueran interpretados como racistas.

Geraldine Ferraro declaró que Obama tiene ventaja sobre Clinton en la carrera para las elecciones presidenciales de noviembre porque es negro. Concretamente, la ex congresista manifestó a un periódico de California que «si Obama fuese un hombre blanco, no estaría en esta posición» de liderazgo. «Y si fuera mujer, tampoco. Sucede que tiene mucha suerte de ser quien es. Y el país está cautivado por el concepto», explicó. Ferraro, la candidata pionera a la vicepresidencia del Partido Demócrata en las elecciones de 1984, era miembro del comité económico de Clinton y recaudaba fondos para la senadora de Nueva York antes de su renuncia, detalló un portavoz de la campaña.

Hillary Clinton aseguró que lamenta profundamente los comentarios de Ferraro. «Ciertamente los repudio», señaló la senadora por Nueva York en un encuentro con editores negros de periódicos en Washington. «Obviamente, ella no habla por la campaña, ella no habla por ninguna de mis posturas y ha renunciado como miembro de mi muy extensa comisión económica», agregó.

«Ridículos»

Obama, que sería el primer presidente negro de EE UU, consideró «ridículos» los comentarios de Ferraro, aunque no creía que fueran hechos con intenciones racistas. «La idea de que es una gran ventaja para mí ser un afroamericano de nombre Barack Obama que busca la presidencia, creo que no es algo que comparta comúnmente el público general», agregó.

Mientras, el Partido Demócrata de Florida envió ayer a la dirección nacional la propuesta de una fórmula para repetir las primarias en este estado, que incluye la posibilidad de votar por correo o en persona el 3 de junio.