Obama gana en Misisipí en plena polémica racial

El Periodico, JOAN CAÑETE BAYLE, 13-03-2008

Barack Obama se impuso claramente (60,7% de los votos frente al 37,1% de Hillary Clinton) en las primarias del martes en el estado de Misisipí, llevándose 19 de los 33 delegados en juego. Con esta victoria, Obama afianza su ventaja en delegados elegidos por votación popular en un momento en que las votaciones se toman un descanso de seis semanas antes de las cruciales primarias de Pensilvania (22 de abril). La victoria, basada en un 90% de apoyo de los negros en un estado donde esta comunidad representa casi la mitad del electorado demócrata, coincide con un momento en que la polémica racial ha vuelto a la contienda.
Geraldine Ferraro hizo historia en 1984, cuando fue la candidata a la vicepresidencia por el Partido Demócrata de Walter Mondale, convirtiéndose en la primera mujer en formar parte del cartel electoral de uno de los dos grandes partidos. Ronald Reagan ganó esas elecciones, y este año la excongresista se ha convertido en una baza de la campaña de Clinton, de la que es miembro de su comité financiero.
Hace unos días, Ferraro dijo a un pequeño periódico de California: “Si Obama fuera blanco, no estaría donde está. Y si fuera una mujer de cualquier color, tampoco. Tiene mucha suerte de ser quien es”.

INDIGNACIÓN Y DIMISIÓN
El martes, la campaña de Obama hizo saber, con varios días de retraso, su indignación. “Ser un negro llamado Barack Obama no es la mejor forma de llegar a la presidencia”, dijo el candidato, que añadió: “Cualquiera que entienda la historia de este país sabe que esas palabras son absurdas. Confío en que de la misma forma que esas palabras no tienen lugar en mi campaña, no lo tengan en la de Clinton”, en referencia a que hace unos días una de sus asesoras en política internacional dimitió por haber calificado a Clinton de “monstruo” que no se “detiene ante nada”.
Inicialmente, Ferraro echó más leña al fuego: “Cada vez que ese equipo está molesto por algo, lo llama racismo. No voy a ser discriminada por ser blanca”. Clinton dijo “lamentar” las palabras de su colaboradora. Horas más tarde, Ferraro comunicó su dimisión del comité financiero por iniciativa propia, según fuentes del equipo de Clinton.
La manager de la campaña de la senadora, Maggie Williams, acusó a la campaña de Obama de crear un problema racial donde no lo hay. El problema para Clinton es que no es la primera vez que su campaña utiliza el color de la piel. Bill Clinton comparó a Obama con Jesse Jackson, en un intento de caracterizarlo solo como el candidato de la comunidad negra y, por tanto, inelegible por el resto del país. La polémica es un ejemplo de que, para Clinton, la campaña ya no va de delegados (sobre todo cuando le es casi imposible salvar la desventaja con Obama), sino de convencer a los superdelegados de quién es el mejor candidato.

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