Viajeros de distintas nacionalidades expresaron ayer sus quejas por el trato recibido de la policía, en unos casos la brasileña y en otros de la española. La alemana Natasha M., de 30 años, que llegó ayer a Barajas en un vuelo de Air Europa tras ser expulsada junto a otros tres españoles, anunció que presentará una queja por el trato recibido en el aeropuerto de Salvador de Bahía, donde asegura que fue zarandeada por los policías, que le causaron diversas contusiones.

Otro relato crítico, según informa la agencia Efe, es el de Janaina A., también de 30 años, una mujer brasileña a la que el lunes se le impidió la entrada en España pese que, dice, tiene « todo: dinero, carta de invitación, seguro médico, pasaje de vuelta y pagada la estancia de 20 días en un hotel». Janaina, que deberá permanecer en Barajas hasta el domingo porque la compañía en que viajó no tiene vuelos diarios, aseguró que en el aeropuerto «la gente es muy grosera, aunque no hay malos tratos».

La mayoría de los inadmitidos en la frontera son atendidos por abogados del turno de oficio, que durante enero y febrero del 2008 han asistido a 3.216 rechazados y a 26 peticionarios de asilo. Según las fuentes aeroportuarias, durante esos dos meses han sido inadmitidos más de 900 ciudadanos brasileños, una proporción que, de mantenerse, superará al final de año los 3.000 expulsados en el 2007. Estas fuentes calculan que cada mes entran en España a través de Barajas unos 20.000 brasileños y dijeron que «el porcentaje de estos que nunca regresa a su país es muy difícil de determinar». Durante febrero del 2008 aterrizaron en Barajas 194 vuelos procedentes de aeropuertos de Brasil.