Sarkozy entra en campaña en un antiguo feudo de Le Pen y defiende la inmigración a la carta
Gara, , 12-03-2008El presidente francés se ha mantenido en un plano discreto, algo inusual en él, en la campaña a las elecciones municipales y cantonales. Sin embargo, y con los resultados de la primera vuelta en la mano, que le permiten al inquilino del Elíseo hacer la lectura de que ha recibido un toque de atención pero no un castigo, Sarkozy se ha lanzado a la arena. A cinco días del escrutinio definitivo, acudía a un acto en la ciudad de Toulon, un antiguo feudo de la ultraderecha con base naval incluida. La derecha acaparó el 65% de los votos en la primera vuelta. Tranquilo trasvase de votos desde la extrema derecha hacia la derecha extrema. A pocos kilómetros de Marsella, donde se librará una de las batallas de la segunda vuelta, Sarkozy volvió a defender su política de inmigración, y en concreto el establecimiento de cuotas de inmigrantes en función de su oficio y de las zonas o países de procedencia. En caída libre de popularidad, Nicolas Sarkozy se confía a una de las consignas que le dieron la victoria, diez meses atrás: inmigración versus seguridad. Incapaz de cumplir sus promesas sobre el poder adquisitivo, Sarkozy se refugia, otra vez, en el espíritu de Le Pen.
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