LA NUEVA LEGISLATURA / La resaca electoral

Felicitaciones 'sin papeles'

El Mundo, PAQUI SANCHEZ. Corresponsal, 12-03-2008

Los inmigrantes del Ceti de Melilla festejan la victoria de Zapatero en las elecciones, convencidos de que ahora tienen más posibilidades de regularizar su situación en España No tienen derecho al voto, pero han vivido el proceso electoral casi con más intensidad que los propios españoles. Y es que los inmigrantes que se encuentran en situación irregular en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla (Ceti) saben muy bien que su futuro en España está en manos del vencedor en las urnas. Por eso, son muchos los que ahora, cuando al fin se ha despejado la incógnita de quién gobernará en los próximos cuatro años, tienen un motivo más para la esperanza, ya que prácticamente toda la población del Ceti estaba a favor de Zapatero en estas elecciones.


Algunos todavía lo están festejando como si les hubieran dado los ansiados papeles. Es el caso de un grupo de inmigrantes de Nigeria, que en plena resaca poselectoral no dudó en salir a la calle a primera hora del lunes para celebrar por todo lo alto que Zapatero continuará siendo el inquilino de La Moncloa. Equipados con carteles electorales del candidato socialista y de felicitaciones en inglés y español, estos nigerianos protagonizaron una pequeña concentración.


Tal era el deseo de los inmigrantes de que Zapatero ganara la batalla electoral a Rajoy, que algunos daban incluso las gracias a Dios por el resultado del domingo. Así lo expresaban estos nigerianos en sus pancartas, en las que se podía leer mensajes como Enhorabuena, Nos alegramos por ti o Felicitación Zapatero. En otras, este grupo de inmigrantes pedía al presidente «ayuda» para regularizar su situación.


Pero no sólo el colectivo nigeriano está contento con la decisión de los españoles. También los inmigrantes asiáticos se alegran de que Zapatero haya sido reelegido presidente del Gobierno, aunque, al contrario que sus compañeros subsaharianos, prefirieron no celebrarlo para evitar altercados que pudieran aguar la fiesta. «Eso no significa que nos alegremos menos», dice un inmigrante de Bangladesh acogido en el Ceti de Melilla, donde actualmente residen 562 extranjeros indocumentados, una de las cifras más bajas de los últimos años.


Según relata, Zapatero ha conseguido ganarse su simpatía, no sólo por «hablar bien» de los inmigrantes, sino también por las polémicas medidas que Rajoy ha defendido en materia de inmigración durante la campaña electoral.


«No nos gusta nada porque no quiere a los inmigrantes», sentencia otro bengalí, quien recuerda muy bien cómo Zapatero apostó en uno de los debates por los extranjeros que, como él, han venido a España «para trabajar». Y lo recuerda bien porque él fue uno que siguió con atención en la televisión del Ceti los dos cara a cara entre los candidatos del PP y del PSOE. Aquellos días, el comedor del centro, donde está ubicado el televisor, presentó una situación de overbooking nunca vista.


El mismo interés tuvo entre los inmigrantes el recuento de votos en la jornada electoral. Ahora confían en que se produzca una regularización de su situación en España, un sueño que, con Zapatero de nuevo como presidente, ven un poco más cerca.

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