Las autoridades brasileñas han negado la entrada al país a otros cinco turistas españoles, por lo que ya suman trece los rechazados desde la semana pasada. Los españoles, al igual que un italiano, fueron deportados desde el aeropuerto de Salvador porque no tenían pasaje de vuelta, según la Policía Federal, que asegura tener orden de aplicar el “principio de reciprocidad”.

Las expulsiones de españoles se producen después de que un grupo de 30 brasileños, en tránsito hacia Lisboa, donde tenían previsto participar en un congreso, fueran rechazados en el aeropuerto de Barajas.

La polémica generada por las deportaciones, y por el supuesto mal trato de la policía española a los ciudadanos brasileños, ha llegado al punto de que la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional de Brasil ha convocado al embajador español, Ricardo Peidró. Los diputados ya convocaron la semana pasada a Patricia Camargo Magalhaes, una estudiante universitaria de 23 años a la que se prohibió la entrada en España.

El propio presidente del país, Luiz Inácio Lula, expresó su propósito de abordar este asunto con Rodríguez Zapatero.