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Uno de cada cuatro nuevos parados en los últimos doce meses era extranjero

La Voz de Galicia, Natalia Bore, 11-03-2008

Efectos de la desaceleración económica

Llámese crisis o desaceleración, lo cierto es que la economía española no está pasando por su mejor momento, tal y como se desprende de los datos periódicos de los servicios públicos de empleo – antiguo Inem – . Según sus cifras de febrero, el colectivo extranjero es el que más expuesto está: en los últimos doce meses, el paro se ha incrementado entre los inmigrantes en 90.431 personas – el 53,85% – , pasando de los 167.934 desempleados registrados en febrero del 2007 a los 258.365 del mes pasado. Así, en ese período, de las 240.056 personas que se quedaron sin trabajo en España, el 27%, o lo que es lo mismo, uno de cada cuatro, eran extranjeros.

Las variación mensual tampoco es alentadora, pues con respecto a enero el paro inmigrante creció un 7,3%; es decir, 17.658 personas.

Mejores datos en Galicia

Por comunidades autónomas las diferencias también se hacen evidentes, pues son Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía las que lideran el desempleo del colectivo, mientras que Galicia se sitúa entre las que menos registró, con 7.369 personas, lo que supone un 1,33% más que en enero (la media nacional está en el 7,3%) y un 25,67% con respecto al mismo mes del año anterior (la mitad de la media estatal, que alcanzó el 53,85%).

En cualquier caso, los expertos relativizan el buen comportamiento gallego, ya que la comunidad no tiene un volumen elevado de población extranjera. Eso sí, se cumple la máxima de que los más afectados son los venidos de países extracomunitarios (4.635 personas) frente a los de la UE (2.734).

La crisis de la construcción, que arrastra también al sector servicios asociado a ella, se alza como explicación a tan negativos datos, si bien es cierto que, como días atrás sostenía el Gobierno, seguía creciendo el número de afiliados a la Seguridad Social, con lo que el impacto de la crisis se atenuaba.

Flujos migratorios estables

El problema es complejo, ya que aunque el INE no ha publicado aún las altas residenciales de extranjeros del año pasado, todo apunta a que su volumen se mantendrá en las tasas del 2006; es decir, en torno a los 800.000 nuevos llegados. La pregunta es si, dada la situación del mercado laboral español, éste podrá absorberlos. «El 2007 ha sido un año de crecimiento y solo en el último trimestre comenzó la recesión. Por eso los flujos migratorios tardan en reaccionar y en reducirse la entrada al país», explica Antonio Izquierdo, catedrático de Sociología de la Universidade de A Coruña.

Izquierdo apunta que en la mayoría de los países el paro extranjero dobla al nativo y que los inmigrantes, en caso de recesión y porque son los más vulnerables, son los primeros en perder el empleo. Otra incógnita es si, en caso de que la crisis se agudice, los extranjeros retornarán, cuántos lo harán y de qué perfil profesional. «No tenemos experiencia en este tipo de situación, otros países sí», añadió.

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