Si se cumple la media del último año, hoy deberían nacer ocho niños en Cartagena. Eso es lo que señalan las estadísticas del Hospital Naval, donde el año pasado vinieron al mundo 3.060 bebés (1.750 niños y 1.484 niñas). A juicio de las autoriades sanitarias, es un dato positivo si se tiene en cuenta que supone un aumento de veinte nacimientos con respecto al 2006.

Se trata del noveno año consecutivo en el que aumenta la natalidad en la comarca. El incremento se debe en gran parte a la aportación de las inmigrantes, que ya representan el 40% de los alumbramientos.

Desde que en 1999 se cortóuna racha de varios años con cada vez menos nacimientos, la llegada de inmigrantes ha contribuido a que ahora haya mil nacimiento más que hace nueve años. Los médicos esperan que este año prosiga esta tendencia.

Para afrontar este aumento del número de partos, la dirección del Rosell (de la que depende el Hospital Naval) se ha visto obligada a aumentar el número de pediatras. De los 19 especialistas que trabajan en el Naval, cinco han sido contratados en el último año. Y hacen falta más.

Otro de los datos que destaca en relación a los recién nacidos es el incremento de la edad de las madres primerizas. Las cartageneras cada vez dan más a luz con más de 30 años. Si a mediados de los años noventa los partos a esa edad (que suelen ser complicados) eran esporádicos, en los últimos años se han convertido en una práctica diaria habitual.

No a la epidural

Entre las razones destacan el mayor uso que se hace de la reproducción asistida (ligada habitualmente a las mujeres de mayor edad) y los cambios de los hábitos sociales. Estos tratamientos también ha hecho aumentar los partos múltiples en los últimos años.

No ocurre los mismo con las inmigrantes, que cada vez tienen a los niños a una edad más temprana. La edad para ser madres suele ser entre los 20 y los 22 años. La inexperiencia de las embarazadas hace que ninguna recurra a la anestesia epidural para reducir el dolor durante el parto.

«Este tipo de aumento entre las inmigrantes se debe a la escasa educación sexual que reciben en sus países de origen. Desconocen los métodos de planificación familiar y hay muchos embarazos no deseados», apunta el director médico del Hospital del Rosell, Jesús Fernández.

A pesar del aumento de los embarazos no queridos, los médicos sólo han tenido problemas en el 13% de los partos, por lo que sólo 408 niños tuvieron que ser ingresados en la Unidad de Neonatos, en su mayoría por problemas respiratorios y por ser prematuros (haber nacido antes de los nueve meses).

Cada vez más mujeres recurren a la anestesia epidural para reducir el dolor durante el parto, un método al que se muestran contrarias las inmigrantes. El 63% de las mujeres que han dado a luz en el Hospital Naval durante el 2006 lo han utilizado. La falta de información en la mayoría de mujeres extranjeras causa que sean reacias a utilizar este método durante el alumbramiento.

«Las mujeres inmigrantes que van a dar a luz nos avisan que no quieren que se le ponga la epidural. Prefieren soportar el parto de forma natural y se le respeta su decisión», explicó el director médico del Rosell, Jesús Fernández.

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