Roma. La policía italiana desarticuló ayer una organización dedicada a la venta de bebés procedentes de países del este de Europa, detuvo a siete personas, acusadas de trata de seres humanos, y evitó la venta de una niña.

La operación, denominada ladrones de niños, se desarrolló en la localidad italiana de Nocera Inferiore (oeste) y a los detenidos se les acusa además de falsedad y alteración de filiación civil para la venta de una niña.

Según los citados medios, la responsable de la organización sería una mujer italiana de 53 años y el resto de detenidos son de nacionalidad italiana, rumana y yugoslava.

Los agentes impidieron la venta de una pequeña, que iba a llevarse a cabo cerca de un asentamiento de personas de etnia gitana en la periferia de Nápoles (oeste), a cambio de 8.000 euros, la mitad de la cifra pactada.

La niña se encuentra ahora en un hospital de Nocera Inferiore y el fiscal Amedeo Sessa, explicó en una rueda de prensa, que se ha ordenado realizar pruebas de ADN a los detenidos para identificar a la madre.

Los carabinieri siguen sus investigaciones para comprobar si hay otros casos de venta de recién nacidos, cuyo destino eran parejas de italianos sin hijos.

Alerta temprana Mientras, el comisario de Justicia, Libertad y Seguridad del Ejecutivo comunitario, Franco Frattini, pidió ayer implantar lo antes posible en la Unión Europea un sistema de alerta temprana de desaparición de menores, similar al que opera en la actualidad en Francia y reclamó “voluntad política” y “acción” a los Veintisiete para hacer “interconectables” sus sistemas de alerta nacionales y resolver casos transfronterizos. Así lo recalcó Frattini durante su intervención en el segundo Foro Europeo de los Derechos de los Menores, cuyo objetivo es promover “herramientas” para impedir la explotación sexual de menores y otros tipos de violencia en su contra, para evitar que caigan en la pobreza, evitar su exclusión social y fomentar su participación en la política preventiva. >Agencias