Marta Torres
Enviada especial

austin – Un periodista mexicano bromeaba ayer antes de una reunión en la capital texana de Austin con el secretario de Estado de Texas, Phil Wilson, con que «los hispanos son los únicos que le quedan a Hillary». El voto latino se ha convertido en clave para hacerse con Texas. Y los precandidatos en el Partido Demócrata lo saben. La encuesta Texas A&M;/Latino Decisions muestra que los hispanos están con la candidata demócrata, pero ojo, que, entre ellos, Obama empieza a abrir grietas, sobre todo entre los jóvenes. Y parece que les convence.

Convenciendo a los hispanos

Los hispanos empiezan a conocer la historia del senador de Illinois, como hijo de inmigrante. Su padre vino a Estados Unidos desde Kenia. Y les gusta. El taxista mexicano Marco Antonio González que trabaja en Texas explica que «a los hispanos nos gusta Hillary, pero es que Obama representa la oportunidad. Si él gana, nosotros podemos ir más allá y creer en que son posibles cosas que antes no creíamos». Y, por esta razón, Obama poco a poco ha podido abrir brecha entre los hispanos. Por ello, ha hecho campaña en Texas durante dos semanas entre el electorado latino. Y poco a poco también supera la valla de los problemas sociales que hay entre afroamericanos e hispanos. Tienen que rivalizar en muchas ocasiones por las ayudas del Gobierno y convivir en zonas deprimidas de Estados Unidos.

Los datos del Pew Hispanic Center revelan que en Texas los hispanos forman el 36 por ciento de la población, mientras que a la hora de votar representan el 25 por ciento del electorado. Phil Wilson afirma que «votarán mañana (por hoy) más de 2,5 millones de hispanos, que los contamos por los apellidos en español del censo». El político de Texas admite desde el edificio Rudder Building en la calle Brazos que «estas elecciones se han convertido en muy competitivas».

Dalina Amador, una joven de 26 años que nació en México, admite que su decisión no está entre Hillary y Obama, que ayer recibió el apoyo público del actor negro Forest Whitaker, sino entre el afroamericano y el candidato republicano John McCain. A ella, lo que no le termina de convencer son todas las promesas de cambio que ha hecho el senador de Illinois. «No sé qué pensar. ¿Qué va a hacer Obama si luego no puede cumplir todo lo que dice que va a hacer? En cambio, no sé. Lo que no me gusta de John McCain es su postura con la guerra (de Irak)».

En el «Supermartes», celebrado el pasado 5 de febrero, los hispanos se decantaron por dar su voto a Hillary Clinton. Justo desde esa fecha Obama ha ganado en once estados mientras le quitaba a Hillary los votos entre el electorado de ingresos bajos y personas de mediana edad.

Pero esto podría no parar ahí, ya que los analistas pronostican que podría pasar lo mismo entre los electores hispanos, quienes, una vez comiencen a conocer al candidato del que hasta ahora no han sabido mucho. En cambio, de Hillary se lo saben prácticamente todo.


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