Incidente en el metro resuelto por inmigrantes

El Periodico, Sara Martorell, 05-03-2008

Expreso mi agradecimiento y admiración a las dos personas que tuvieron el valor de actuar ante un acto violento que presenciamos los que íbamos en el último vagón del metro de la línea 3 que salió de la estación de Palau Reial a las 18.15 horas del viernes, 29 de febrero, hacia Canyelles. La bronca de unos pasajeros a un joven magrebí que había encendido un cigarrillo acabó en un enfrentamiento con navajas que fue ignorado por el personal del metro. Cuando un joven – – no sé si suramericano o norteafricano – – llamó la atención, con educación y respeto, al chico del cigarrillo, este se puso un casco de la moto, sacó una navaja y amenazó a quien le estaba recriminando su actitud. El pánico fue absoluto durante unos minutos. Mientras unos buscaban la alarma, otros teníamos el dilema de enfrentarnos al individuo aquel o salir corriendo.
Por suerte, un hombre que parecía argentino y el joven que había sido el primero en intentar pacificar la situación redujeron al violento después de una tremenda lucha en la que el agresor buscaba rabiosamente dónde clavar el arma. El metro se detuvo en la estación de Espanya. Pasaron unos minutos. Una mujer con el uniforme de TMB entró en el vagón, dijo “ya hemos avisado” (sin especificar a quién), puso la palanca de alarma en la posición original y se alejó entre la multitud. Pese a reclamar a gritos la intervención de la policía para detener al causante del incidente, nadie nos hizo caso. El tren arrancó como si no hubiera pasado nada.
Hubo quien comentó que un inmigrante había sido el culpable, pero nadie dijo que dos inmigrantes lo redujeron.

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