Cuatro meses ha tardado la Policía Nacional en descubrir una red ilegal dedicada a la introducción de ciudadanos africanos en España. La operación sigue abierta y, por el momento, se ha saldado con 38 detenidos y 117 imputados, todos miembros de «una organización mafiosa con mayúsculas», según la Delegación del Gobierno en Navarra, que tenía su principal vicaría en Pamplona y su comarca.

Fue en el mes de noviembre cuando varios funcionarios de la Brigada de Extranjería comenzaron a sospechar. A su oficina acudían inmigrantes que curiosamente respondían a un mismo perfil: ciudadano africano, con familiar comunitario, que solicita permiso de residencia. Detrás de estas casualidades se escondía una red de matrimonios fraudulentos con conexiones en Nigeria, Alemania, Bélgica e Italia.

Son tres los cerebros que han liderado este chantaje: un nigeriano de 36 años, una burgalesa de 25 (su compañera sentimental) y una ciudadana española de origen dominicano residentes en Pamplona y Burlada. A través de una red «con un enorme grado de sofisticación en sus procedimientos», según la Delegación del Gobierno, ofrecían a los africanos concertar falsos matrimonios en la Comunidad foral a cambio de importantes sumas de dinero (entre 8.000 y 15.000 euros).

Hasta la fecha, la policía tiene constancia de hasta 60 enlaces capciosos tramitados en la capital navarra, mayormente civiles.