El ritmo al que se incorporan los extranjeros a la Seguridad Social es casi cinco veces superior al de los españoles. El número de trabajadores procedentes de otros países ha crecido en los últimos 12 meses un 8,79%, frente al avance mucho más suave de los españoles (1,77%). La subida de los extranjeros es muy similar a la mantenida durante todo 2007, lo que indica que la desaceleración en el empleo les afecta a este colectivo. Los extranjeros superan ya los dos millones de cotizantes, un 10,6% del total.

Frente a lo ocurrido anteriormente, la mayor incorporación de extranjeros se produce ahora entre los ciudadanos de la Unión Europea. El motivo es que rumanos y búlgaros, que en los últimos años han entrado con fuerza en España, son desde enero de 2007 ciudadanos comunitarios. Los trabajadores de la UE se incorporan a la Seguridad Social con un ritmo de crecimiento cercano al 20%, frente al mucho más modesto 3,85% de los no comunitarios. Con todo, y aunque tienden a aproximarse, la cifra de inmigrantes (especialmente latinoamericanos y marroquíes) aún supera la de comunitarios. Los primeros representan el 65% de todo el colectivo.

La mayor parte de los extranjeros cotiza, como los españoles, al régimen general. No obstante, también hay un 11% que figura como autónomo, un 8,5% adscrito al régimen especial agrario y otro 7,5% que cotiza por el régimen especial de trabajadores del hogar. Este último ha ido perdiendo cotizantes en los dos últimos años.