La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía han desarticulado una red de delincuencia organizada que actuaba en entidades bancarias y joyerías. De momento, han sido detenidos en Madrid 60 implicados, todos de origen latinoamericano, que llevaban prácticamente un año actuando en el país y habían cometido más de 140 delitos.

Según informó la Cadena Ser, la operación comenzó a primera hora del sábado en la capital con la presencia de más de 200 agentes que realizaron 37 registros simultáneos en casas particulares y en locutorios de la Gran Vía.

Los miembros de la banda, que residían en Madrid de forma habitual, viajaban todos los lunes a otras ciudades españolas, repartidos en células de cinco o seis personas, y volvían los viernes después de llevar a cabo siempre el mismo modus operandi en sus actuaciones delictivas: entraban en la entidad bancaria, esperaban a que los trabajadores depositaran las sacas de dinero, y mientras unos les distraían, otros se llevaban el botín. Además, asaltaban a los clientes una vez salían de la entidad bancaria.

Antes de instalarse en España, esta red había actuado en lugares como Pekin, Malasia, Hong Kong, Dubai y en ciudades europeas como Amsterdam, Berlín o Milán.

En estas ciudades, además de intentar robar en bancos, tenían como objetivo robar en ferias de joyería. A los 60 detenidos se les imputan más de un centenar de delitos de asociación ilícita, robo con fuerza y falsificación de documentos. En total, la suma de los robos asciende a dos millones de euros.

La operación, conjunta entre el grupo de delincuencia organizada de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía continúa abierta.

Hace apenas unas semanas, la Policía Nacional asestó también un importante golpe a las mafias de delincuentes que se dedicaban a la falsificación y copia de tarjetas de crédito.

En aquella ocasión, los efectivos de la Comisaría General de la Policía Judicial detuvieron a un centenar de ciudadanos rumanos. Pero, además, el Ministerio del Interior sumó a esta actuación las últimas operaciones de la Guardia Civil contra entramados de ciudadanos rumanos y puso de manifiesto, en una nota oficial, que desde septiembre se había detenido a medio millar de rumanos que se dedicaban no sólo al tráfico de tarjetas de crédito, sino también al robo de viviendas y de coches, entre otros delitos.