El alcalde de Lleida, Àngel Ros (PSC), ha tenido que hacer uso de su mayoría absoluta en la Paeria para iniciar los trámites de la construcción de una mezquita en el polígono industrial de las afueras de la ciudad. Tanto CiU como PP y ERC, que en diciembre respaldaron la decisión del gobierno – – previamente pactada con la comunidad islámica – – , dieron marcha atrás en el último pleno municipal, celebrado el viernes, y se abstuvieron de apoyar la recalificación de terrenos que permitirá construir el nuevo templo en una parcela, “rodeada de industrias pesadas”, según criticó el jefe de la oposición, Isidre Gavín (CiU).
El traslado de la mezquita, ahora en la calle del Nord del centro urbano, cuenta con el rechazo de los empresarios de los polígonos industriales del Segre y Entrevies, que aseguran que el oratorio generará problemas de movilidad. Tampoco ICV está de acuerdo, ya que considera el emplazamiento “discriminatorio para con los fieles musulmanes”.
La edil de Urbanismo, Marta Camps (PSC), explicó que el consistorio mejorará la vialidad de la zona, por donde circulan numerosos camiones, modificará la ruta del autobús urbano que conecta con la zona industrial y habilitará aparcamiento. “A pie, desde el centro de la ciudad, hay 22 minutos”, dijo.