Zapatero garantiza en Canarias dignidad a los inmigrantes "porque son seres humanos"
El candidato socialista critica los pactos que desbancan del poder al partido más votado
Las Provincias,
,
02-03-2008
Sigue habiendo un abismo entre el discurso de José Luis Rodríguez Zapatero sobre inmigración y su programa electoral. Un abismo que tiene inquietos a algunos de sus asesores electorales. El jefe del Ejecutivo mantuvo ayer en Canarias la promesa que, de forma más o menos directa, introduce en la mayor parte de sus mítines. “Mientras sea presidente del Gobierno – dijo – todas las persona serán tratadas con dignidad”.
Ni siquiera su presencia en una tierra abrumada por la afluencia de cayucos le hizo poner el acento en el control de las fronteras. Y eso que la oferta con la que los socialistas se presentan a las elecciones del 9 de marzo habla del refuerzo de los medios policiales e incluso apuesta por “garantizar que la entrada de trabajadores extranjeros no suponga una merma de las condiciones de trabajo los españoles y extranjeros residentes” y por supeditar su admisión a que “no existan los suficientes y disponibles en España”.
Zapatero aseguró que siempre ha sido partidario de la inmigración legal y defendió que, durante esta legislatura, se ha trabajado para devolver y repatriar a quienes no cumplían con los requisitos preceptivos. Pero fue sólo una frase perdida en su discurso. Ni ofreció datos ni le dedicó más atención al asunto. Su mensaje era otro. “Siempre estaré en frente de quien haga un discurso para excitar las bajas pasiones y la xenofobia porque detrás de un inmigrante y antes de un inmigrante hay un ser humano”, dijo.
Los socialistas están preocupados porque aseguran que su Gobierno ha sido el que ha gestionado de manera más eficaz la inmigración y el que mayor número de repatriaciones ha efectuado: el 92% de quienes entran de forma ilegal en España, según el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Y, sin embargo, han perdido la batalla de la opinión pública frente al PP.
El hecho de que los populares hayan reconocido en la prensa internacional que utilizan la inmigración, junto a la economía, para agitar la conciencia de una parte del electorado socialista susceptible de quedarse en casa el próximo 9 de marzo, sirvió de nuevo al presidente del Gobierno para restar credibilidad al discurso de Rajoy.
El mensaje local fue contra el Gobierno canario, al que acusó de obstruccionista. Pero en la crítica acabó tirando piedras contra su propio tejado porque una de sus principales críticas fue la de que se trata de un “pacto de perdedores” (PP – Coalición Canaria). Una coalición idéntica a la que los socialistas forman en Galicia con el BNG o en Cataluña con ERC e Iniciativa.
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