Dos personas fueron ayer detenidas como consecuencia de los disturbios ocurridos al enfrentarse miembros de La Falange con otros de la izquierda abertzale en San Sebastián. Cientos de simpatizantes abertzales, según informó el Departamento vasco de Interior, se movilizaron ante lo que consideraban una provocación e intentaron reventar un mitin organizado por los ultraderechistas. El amplio despliegue de la Ertzaintza, que incluyó el precinto de papeleras y contenedores por motivos de seguridad, evitó el enfrentamiento directo, pero los alborotadores cruzaron en respuesta varios contenedores y apedrearon un autobús urbano. Las algaradas provocaron varias cargas policiales que, además de las detenciones, acabaron con numerosas identificaciones.

El acto de La Falange, previsto a las 12.30 horas en la plaza Pío XII del barrio de Amara, llegaba precedido de una gran tensión. La convocatoria había encontrado respuesta en la izquierda abertzale, que el miércoles realizó un llamamiento a sus bases para boicotear el mitin. La Ertzaintza puso en marcha un amplio dispositivo para impedir que se repitieran los incidentes del pasado 12 de octubre, cuando la ultraderecha aprovechó el Día de la Hispanidad para intentar manifestarse en la capital guipuzcoana. Pero el despliegue no evitó finalmente los altercados.

Medio centenar de falangistas, desplazados hasta San Sebastián en sus coches particulares, se concentró en el lugar previsto e hicieron ondear sus banderas mientras proferían consignas como ‘Euskal Presoak, cámara de gas’ o ‘Falange armada, ETA acabada’. En el acto intervinieron el jefe nacional de la organización, Manuel Andrino, y el también integrante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, quien tildó de «retrasado mental» a Sabino Arana y acusó a los contramanifestantes de hacer «el caldo gordo» al PNV.

«Vosotros sois ‘baserritarras’, que quiere decir aldeanos, paletos, racistas y xenófobos», gritó Ynestrillas, pese a los repetidos avisos de la Ertzaintza sobre la improcedencia de su lenguaje. El militante ultraderechista, además, se dirigó a los «borrokillas», como definió a quienes le insultaron durante el discurso, para «agradecer» su participación «de forma fervorosa y activa» en el acto de La Falange.

Los simpatizantes abertzales, dispersados por la Ertzaintza por los alrededores para evitar incidentes, respondieron inicialmente con reproches y gritos como «fuera de aquí» y una gran pancarta en la que se podía leer ‘Por encima de los fascistas, independencia’. Sin embargo, ante la imposibilidad de superar el cordón policial que protegía a los falangistas para reventar el acto, optaron por desplazarse hasta la cercana avenida de Sancho el Sabio, donde cruzaron como protesta varios contendores e intentaron interceptar un autobús al que lanzaron piedras. El ataque de los radicales, aunque no provocó heridos entre los pasajeros, se convirtió en el octavo sabotaje del año contra el transporte público vasco.

Navarra y Córdoba

Los agentes antidisturbios de la Ertzaintza intentaron sofocar los altercados mediante varias cargas que culminaron con numerosas identificaciones y la detención de dos personas, de 19 y 40 años respectivamente, bajo la acusación de provocar desórdenes públicos. Según informó Interior, el primero de los arrestados responde a las iniciales de E.J.E.G. y está domiciliado en Navarra, mientras que el segundo es A.C.I. y reside en Córdoba. Ambos permanecieron en comisaría hasta que finalizaron las diligencias policiales y pasaron a disposición judicial.

Las algaradas, sin embargo, continuaron en el entorno de Pío XII hasta pasadas las 14.00 horas, cuando los falangistas dieron por finalizada su concentración y aguardaron el permiso de la Ertzaintza para abandonar la capital guipuzcoana. El dispositivo policial se mantuvo en el barrio de Amara hasta las tres de la tarde para evitar que rebrotaran los altercados.