La autorización de una manifestación de grupos neonazis en pleno corazón de la extrema izquierda madrileña causó ayer graves disturbios en varios puntos de la ciudad. La policía tuvo que recurrir a las pelotas de goma y a los gases lacrimógenos para disgregar a los dos centenares de militantes antisistema y de extrema derecha que se congregaron en los alrededores de la plaza de Tirso de Molina, muy cerca de la Puerta del Sol. Agentes de paisano llegaron a efectuar disparos al aire y se practicaron siete detenciones por causar daños en el mobiliario urbano, contenedores, vehículos y cajeros de banco.
El partido neonazi Nación y Revolución había convocado una concentración de signo racista en una plaza que pasa por ser uno de los santuarios de los grupos de la extrema izquierda. Estos se lo tomaron como una provocación y decidieron convocar una contramanifestación para reventar la de sus enemigos.
La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid y la asociación vecinal La Corrala de Lavapiés ya habían pedido el día anterior que no se autorizara la manifestación ultraderechista para evitar problemas de seguridad, ya que el 40% de la población de la zona es inmigrante. Los citados grupos vecinales afirmaron que no entendían cómo la Junta Electoral Central había dado el visto bueno a un acto promovido por una organización “abiertamente racista y xenófoba”.

CONSIGNAS CONTRA LA POLICÍA
La policía empezó a desalojar la plaza de Tirso de Molina una hora y media antes de la hora prevista para la concentración de los neonazis. La tensión fue en aumento a medida que se acercaba esa hora, ya que los antisistema comenzaron a corear desde las calles aledañas gritos contra los fascistas y la policía.
Desde el balcón de la sede de la CNT, en la misma plaza, un grupo numeroso de militantes desafiaba a la policía y profería proclamas contra los neonazis. Todo se precipitó cuando llegaron a la plaza los manifestantes escoltados por la policía.
Fue entonces cuando se produjeron las primeras cargas policiales con pelotas de goma y gases lacrimógenos. Los grupos antisistema comenzaron enseguida a quemar contenedores y a arrojar a la policía ladrillos, piedras y otros objetos.

DISPAROS AL AIRE
Miembros de la policía secreta montados en una moto llegaron a efectuar tres disparos al aire con un arma de fuego. Una chica de los antisistema fue brutalmente apaleada en el suelo por la policía. Al final, los ultraderechistas pudieron celebrar su acto, en el que corearon consignas contra los inmigrantes y dieron gritos de “Heil Hitler” y “Viva España”.