“No cabemos todos”, había lanzado Mariano Rajoy el miércoles en Las Palmas. Los inmigrantes, quiso trasladar a sus electores, con regla.
La simple frase removió de arriba abajo las vísceras de IU. No, no y no. Eso no. Para Gaspar Llamazares, la política del PP es “racista, xenófoba y sectaria”. Hay un gigantesco pero, el que echó en la cara del PSOE: “Es una filosofía fuerte que quiere fracturar a los 11 millones de obreros precarios del país”, inmigrantes o no.

Que José Luis Rodríguez Zapatero espabile. Esa advertencia no paró de fluir en el acto sectorial que ayer presidió en la sede de la federación. El PP cala en electorado con su discurso. Llega a las capas sociales más tocadas por la marginalidad. Quiere reforzar la “identidad nacional y la exclusión del diferente”.

Frente a la “filosofía débil” del PSOE, es preciso, insistió, una propuesta “republicana”, que contenga la igualdadde derechos y libertades, una “verdadera política de integración”, un empleo “de calidad”, mecanismos de “regularización continua” y una identidad “pluricultural”. Llamazares incluyó entre los derechos el de elegir y ser elegido,cuanto antes en las municipales y, a largo plazo, y previa refor-ma constitucional, en autonó-micas y generales. “Si lo hacemos mal, gana la derecha”.

Por un Ministerio de la Mujer

El candidato apeló también a otro colectivo sensible, a las mujeres. Recordó qué dice el programa de IU: crear un Ministerio de la Mujer. “No sólo hace falta una retórica de tolerancia cero, sino una respuesta política”. Es decir, una “ampliación y revisión” de una ley, la de violencia de género, que “nunca fue el bálsamo de Fierabrás”.