El candidato de Ciutadans – Partit de la Ciudadania, Albert Rivera, tiene un sueño. Una España sin fronteras, plenamente integrada en Europa y sujeta a la gestión de Bruselas. Ayer, nuevamente, abogó porque sea precisamente la UE quien asuma las competencias en materia migratoria y se elimine así cualquier gestión de los entes autonómicos o del estado central, más allá de «establecer una política de integración de sentido común».

«Hablar de inmigración es hablar del modelo de sociedad que queremos», empezó diciendo Rivera durante un debate sobre política Social en España, organizado por la Fundació Pere Tarrés en la Universitat Ramon Llull, con candidatos del resto de fuerzas del Parlament.Y él, declarado europeísta, apuesta como no podía se de otro modo, por un sistema «abierto».

Rivera respondía así a la candidata de ERC Georgina que reclamaba más competencias de la Generalitat de Catalunya para elaborar políticas de inserción de inmigrantes como homologar títulos universitarios y establecer la contratación desde el país de origen entre otras.

El candidato de C’s criticó que desde los partidos políticos se confunda «integración con asimilación» y que la interiorización de la lengua y las costumbres del país se entiendan como elementos esenciales en la adaptación de los recién llegados, porque considera que los derechos son de las personas y no de los territorios y que «no se pueden vincular lenguas a estados».

Rivera apostó por un «laicismo institucional» que defiende la neutralidad en el ámbito público y reiteró su queja de que se llame inmigrantes a los andaluces, extremeños o murcianos que vinieron a Cataluña en la década de los 60.