AHMED no entiende mucho de política, pero ayer estaba feliz. Este empleado de la construcción es uno de los 1.800 marroquíes que hacen de esta comunidad la tercera más numerosa dentro del amplio colectivo de extranjeros que reside en Mijas. Con el objetivo de fomentar su integración social y laboral nació hace dos años el proyecto ‘Mijas, un puente entre culturas’, destinado a establecer una cooperación institucional para difundir las actividades industriales de base artesanal originarias del norte de Marruecos, y también recuperar y poner en valor las propias de Mijas, así como para poner en contacto a empresarios de ambos países fomentando el intercambio comercial.

Dentro de la iniciativa europea Interreg III, que la semana pasada permitió el envío de maquinaria y equipamiento a la Cámara de Artesanos de Tánger para crear 200 puestos de trabajo en el país vecino, también está el Centro Integrado Multicultural Hispano – Marroquí ‘Entreculturas’, una denominación muy extensa que sirve para definir un punto de encuentro permanente que servirá de motor para generar crecimiento económico y social a ambos lados del Estrecho. El edificio, que fue inaugurado ayer, está ubicado en la calle Río Barbate de Las Lagunas y albergará aulas de formación, exposiciones, conferencias y zonas de comunicaciones distribuidas en 300 metros cuadrados. Los encargados de descubrir la placa fueron el alcalde de Mijas, Antonio Sánchez, el presidente de la Liga de Notables de Marruecos, Abdelhadi Baraka, y el parlamentario y presidente de la Cámara de Artesanos de Tánger, El Amine Benjeyed.

Tras conocer las instalaciones y firmar en el libro de honor, los dirigentes de ambas delegaciones se dirigieron al Teatro Las Lagunas para dar por clausurado el programa ‘Mijas, un puente entre culturas’, una iniciativa que ha supuesto una inversión de 667.000 euros (500.000 aportados por el Gobierno con cargo a los fondos europeos y el resto, por las arcas municipales). Allí presenciaron una pequeña muestra de artesanía típica del país magrebí, así como una exposición fotográfica para ilustrar el desarrollo del proyecto. Antes de acabar el acto, Sánchez destacó la importancia de avanzar en una integración real y efectiva en nuestra sociedad, «que la vez respete la diversidad, fomente la tolerancia y contribuya a que el municipio siga creciendo y manteniendo una de sus principales señas de identidad: ser un lugar en el que conviven sin conflictos personas de más de un centenar de nacionalidades».