Además de encuestas, ganadores y corbatas, hay otros análisis

Gara, Iñaki IRIONDO, 27-02-2008

A estas alturas, cualquiera que haya seguido las noticias sobre el debate entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy puede tener la impresión de que lo que importa de un candidato a presidente de gobierno es el color de la corbata que elige, el corte del traje, si frunce más o menos el ceño y si se crispa o no. También se ha hablado de lo que dijeron, por supuesto, aunque no tanto de los temas que abiertamente rehuyeron.

El debate fue todo un espectáculo, que la mayoría de los medios – incluidas aquellas televisiones que rechazaron emitirlo – complementaron inmediatamente con encuestas de urgencia y coloquios. Lo llamativo es que todos los sondeos dan como ganador a Rodríguez Zapatero con unos resultados bastante similares, pero no faltan los editorialistas, columnistas y expertos de distinto tipo empeñados en decir lo contrario, en un intento de que las interpretaciones posteriores corrijan la percepción inicial de la ciudadanía.

Los equipos de campaña de cada candidato se prodigaron ayer por los distintos medios dando cada cual como ganador a su jefe. Después, fueron los propios líderes los que en sus mítines dieron continuidad a la batalla televisiva, destacando sus respectivas victorias.

Pero al margen de la propaganda de cada cual y de los análisis más o menos convencionales sobre el debate entre Zapatero y Rajoy, hay otros que pueden resultar también interesantes.

Por ejemplo, la Federación de Asociaciones de SOS Racismo en el Estado español denunció el racismo del PP, «que busca el voto xenófobo desvergonzadamente», y criticó que Zapatero «no sólo no rechazó las tesis del PP, sino que acabó defendiendo parte de sus argumentos».

Según SOS Racismo, «el PP ya no solo criminaliza a los inmigrantes en situación irregular, aquellos que ellos llaman despectivamente `los ilegales’ sino que ahora también denuncian el aumento paulatino anual de las personas inmigradas con autorización de residencia». Sostiene que su estrategia, «juega con el fomento de tópicos negativos que ya están instaurados en amplios sectores sociales: siguió vinculando inmigración con delincuencia y con el incumplimiento de deberes».

Ante «este discurso racista», SOS Racismo critica que Zapatero se limitó a construir «un par de frases emotivas y sentimentales» y recuerda al presidente del Gobierno español que «no se trata de hacer una oda a los méritos de la personas inmigradas sino de recordar e insistir que todos debemos ser iguales ante la ley y ser considerados ciudadanas con plenos derechos». «Finalmente – concluyen – Zapatero acabó haciendo una competición con Rajoy sobre quién ha expulsado más personas inmigradas, quien ha hecho más o menos regularizaciones y quien puso los criterios más duros».

En foros de izquierda en internet también se analizaba el debate y se hacía hincapié en aquello de lo que no se habló, por ejemplo, la palabra corrupción no se pronunció ni una sola vez en hora y media. Tampoco se habló de la siniestralidad laboral, ni de la precariedad en el trabajo. En la parte económica uno ofreció el balance positivo en base a índices macroeconómicos y el otro el negativo con el precios de los productos de consumo. Pero no se habló de las raíces de la crisis del sistema bancario internacional, ni de los informes europeos sobre los peligros del endeudamiento privado que se está dando en el Estado, ni del fraude fiscal.

En cuanto a la situación de estado de excepción que vive Euskal Herria, lo que se reprocharon los candidatos se refirió al momento de ahondar en la represión, sin cuestionar en ningún momento la conculcación de derechos.

Hay temas básicos en los que entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, entre el PSOE y el PP, no hay debate.

La totalidad de las encuestas realizadas la misma noche del debate dan como ganador al presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, aunque algunos analistas intentan corregir la opinión popular.

La retransmisión televisiva del debate a través de diferentes cadenas tuvo una cuota de pantalla del 59% en el Estado español, mientras que en la Comunidad Autónoma Vasca ese índice descendió hasta el 37% de los televidentes.

La Asociación Estatal para la Defensa e Integración de Víctimas de Accidentes (DIA) agradeció «la referencia» al problema de la seguridad vial que hizo Rodríguez Zapatero y criticó a Mariano Rajoy que no elevara ninguna propuesta.

SOS Racismo denunció ayer el discurso racista y xenófobo del PP, pero también que Rodríguez Zapatero no sólo no le pusiera freno sino que al final acabara compitiendo con Rajoy por quién ha expulsado a más personas y ha regularizado a menos.

La palabra corrupción no apareció en todo el debate, al igual que no se habló de la elevada siniestralidad laboral, de las condiciones de trabajo o de la precariedad de los contratos. Se dieron muchos datos pero pocas concreciones a pie de calle.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)