El número de inmigrantes que optan por solicitar un crédito hipotecario para comprar su primera vivienda en la provincia crece, y este es un indicador claro de la estabilidad que muchos logran alcanzar después de años difíciles, que comienzan con una situación incierta, en la que ni siquiera hay papeles y que sigue con la consecución de un trabajo y la posibilidad de ahorrar para mandar dinero a los suyos. Un reciente estudio sobre el comportamiento financiero de la población inmigrante en Málaga y Almería pone de manifiesto que también aumenta la solicitud de préstamos personales y la utilización de tarjetas de crédito, otros dos servicios que reflejan la capacidad de endeudamiento de este colectivo. No obstante, el servicio más utilizado sigue siendo el de las libretas de ahorro.