TITO SOLARI CAPPELLARI ARZOBISPO DE COCHABAMBA (BOLIVIA)
"Pido a los emigrantes bolivianos que vuelvan cuanto antes al país"
Reconoce las dificultades políticas y económicas que tensionan Bolivia, pero el obispo Solari pide a los 4.000 bolivianos que residen en Navarra que regresen en cuanto puedan a cuidar de unos hijos que se sienten abandonados - "Recomiendo a todos los emigrantes que no envíen plata a sus hijos, porque sus carencias son otras y el dinero los arruina" - "Bolivia vive un momento delicado: o resuelve sus decisiones mediante el diálogo o lo hará mediante una guerra civil" - "El mayor logro de Bolivia en estos últimos años ha sido la toma de conciencia de los campesinos y los pueblos indígenas"
Diario de Navarra, , 26-02-2008En medio de un debate electoral en el que se oyen muchas voces sobre la emigración y propuestas como la del contrato de Rajoy, resulta atípico que un obispo boliviano aproveche su estancia en Pamplona para pedir a sus compatriotas que regresen cuanto antes al país andino, aunque por motivos muy distintos a los que se manejan en los foros políticos. El arzobispo de Cochabamba, la tercera ciudad más grande de Bolivia, alertó a una representación de cerca de 4.
000 bolivianos que residen en Navarra de la situación de abandono en la que han quedado muchos de sus hijos en el país andino y les recomendó que vuelvan para recomponer sus familias. Les pidió, además, que no envíen remesas de dinero a sus hijos. “Sufren una situación de abandono y el dinero sólo sirve para romperles más”, indicó. Tito Solari Cappellari, salesiano de 69 años, natural de Udine (Italia), trabaja en Bolivia desde hace 33 años.
¿Quiénes son y qué situaciones dejan atrás los bolivianos que en los últimos años han hecho las maletas para venir hasta aquí?
La emigración de Bolivia afecta a personas puntuales, padres y, sobre todo, madres, que han dejado su casa y han salido al exterior. Son raros los casos en los que han venido familias enteras. Lo más grave de esta situación es que se deja atrás a los hijos y, desde ese punto de vista, el de los niños abandonados, vivimos una situación gravísima, un mal enorme. Hay centros educativos en Cochabamba con clases en las que un 70% del alumnado tiene a su padre o madre en el exterior.
¿De qué manera concreta afecta esa situación a los menores?
Los chicos quedan con un trauma para toda su vida. Tenemos casos concretos de niños de 7 y de 8 años que manifiestan un rechazo a su padre o madre porque entienden que han sido abandonado por otra cosa que no son ellos. Estamos estudiando en Cochabamba la mejor manera de acompañar a estos menores que se encuentran en situación de abandono. Según un estudio del Padre Gregorio Iriarte, natural de Olazagutia, el 90% de las familias en las que uno de los progenitores ha emigrado tiene problemas de desestructuración y un 50% de esos menores sufre abusos sexuales.
Aquí en navarra hay alrededor de 4.000 bolivianos. Muchos de ellos se han reunido con usted, ¿se ha atrevido a lanzarles ese mensaje?
Sí que les he explicado estas cosas. Lo primero que les he dicho es que no manden plata (dinero) a los hijos, porque es su ruina. Se traduce en alcohol, droga y todo aquello con lo que suplir sus verdaderas carencias. Lo segundo, es que vuelvan lo más pronto a su país para que recompongan lo que puedan de sus familias. El dinero no es lo único en esta vida.
Quizás debieran conocer estas situaciones muchos de los que hablan en política con ligereza de la inmigración.
No sé cual es su visión, pero supongo que pensarán como en tantos otros lados: que son mano de obra. Yo sólo pediría a las autoridades que traten a los emigrantes como personas y no como elementos útiles al mercado. No hay que olvidar que, al margen de los problemas que puede ocasionar la dispersión familiar, la inmigración es un fenómeno natural que siempre ha ayudado a fortalecer las culturas.
En Tafalla ha nacido una Asociación de Amigos de Anzaldo, un pueblo de su diócesis, ¿Qué le parece este tipo de solidaridad?
Me encantaría conocer esa iniciativa. Les felicito a quienes participen en ella porque creo que esa experiencia les va a ayudar a sensibilizar a mucha gente.
El teólogo Ion sobrino comentó en Pamplona hace unos días que América latina vive el despertar de las conciencias dormidas de los pueblos, ¿es eso lo que ha ocurrido en Bolivia?
Hemos advertido desde el año 2000 que la conciencia de la gente ha ido madurando hasta llegar a conformarse una opción que ha dicho basta con lo que era un sistema que no era verdaderamente democrático y sí muy injusto y corrupto. Se ha soñado un país igualitario, democrático y justo. El bien mayor de este tiempo ha sido la toma de conciencia de los indígenas y campesinos, que son ahora protagonistas en su propio país. En Bolivia, por fin, todos tienen voz y participan en los temas de fondo para refundar el país, aunque hay posiciones muy distintas: las de quienes no se resignan a perder su poder y las de quienes lo han tomado y se dejan llevar a veces por el resentimiento y cierto aire de revancha.
La imagen que trasciende en España de Evo Morales suele ser el tópico del amigo de Chávez y el enemigo de Repsol. ¿Cómo valora sus dos años de gestión?
Morales propuso una nacionalización, pero ese término no refleja la realidad. Lo que sucedió es que Evo Morales modificó los términos de los contratos de las petroleras, pero no expropió nada. Las empresas que antes obtenían un beneficio del 80% sobre los útiles ahora ganan menos y dejan más al país. Evo ha creado una situación de justicia y el hecho de que las empresas no se hayan retirado significa que todavía les interesa seguir en nuestro país. En cuanto a Chávez, es cierto que no beneficia a Bolivia que un presidente extranjero entregue dinero en mano y que éste sea también repartido en mano. Aunque parece natural que América Latina busque otras alternativas al plan de ruta marcado por los Estados Unidos, no creo que un caudillo político como Chávez, que habla de democracia, pero que no la practica tanto, deba ser la única vía posible.
Bolivia, además de sufrir unas inundaciones terribles, vive hoy al borde de una fractura social por las tensiones entre el partido del Gobierno y la oposición.
Tenemos pendiente una reunión entre Presidente y oposición que se retrasa por las inundaciones. Sobre la mesa está el tema de las autonomías y la Constitución. Hay que recordar que ésta sólo se aprobó con apoyo del partido de Gobierno, MAS, y aunque la Constitución se respaldade después en referéndum por un 51%, reflejará que hay un país dividido. No se trata de ganar, sino de unirnos. Bolivia vive un momento muy delicado: o conseguimos resolver nuestras decisiones con el diálogo, o llegaremos al enfrentamiento en una guerra civil.
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