"Tengo miedo. La palizano la puedo olvidar"
El joven agredido por unos skins en Valencia recurre la decisión del juzgado de poner en libertad al presunto autor
Las Provincias,
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25-02-2008
A J. L., el joven que fue agredido por un grupo de skins en la plaza del Cedro de Valencia el pasado mes de enero, le quedan todavía tres heridas por cicatrizar: la física, la psicológica y el último golpe que le ha abierto la Justicia al dejar en libertad al presunto autor del apuñalamiento, decisión que ya ha ocurrido.
El joven, que fue herido de arma blanca, atendió en la tarde de ayer a LAS PROVINCIAS desde su domicilio. Casi ha transcurrido un mes desde que un grupo de jóvenes de estética neonazi le acorralaran en una conocida zona de copas de Valencia y sin mediar palabra la emprendieran a golpes con él.
La “indignación” le llegó también por la decisión del juzgado de dejar en libertad al autor de la agresión con arma blanca. Sin embargo, J. L. no pierde la confianza en la Justicia. “Claro que confío en que ingrese en prisión, si no qué clase de Justicia tendríamos”.
Por esta razón, su abogado presentó un recurso en el juzgado de instrucción número 13 de la ciudad, encargado de este caso, contra la libertad del agresor.
Tras el incidente, agentes de policía detuvieron a cuatro jóvenes, tres de ellos de 19 años, por un presunto delito de riña tumultuaria, y el cuarto, de 20, como supuesto autor de un delito de lesiones graves.
Esta última persona se encontraba en el momento de la detención junto a un numeroso grupo de seguidores del Valencia CF, integrantes en su mayoría de la peña ultra Yomus. Tras prestar declaración, los cuatro quedaron al día siguiente en libertad.
La plataforma Acción Popular se ha personado en la causa penal abierta por estos hechos para reclamar que al presunto autor de la agresión se le juzgue por un delito de homicidio en grado de tentativa y no de lesiones.
Pero la vida del joven, de 30 años, ya no es la misma desde la noche de la paliza. “Un poco de miedo sí que tengo. Eso – refiriéndose a la agresión – no lo puedo olvidar”, admitió. De hecho, hasta sus hábitos han cambiado. “Ahora ya no salgo por la noche como antes, y si lo hago voy a pasear con mi padre o mi mujer”, detalló.
La paliza se produjo cuando el joven se encontraba en una cervecería de la zona de la Plaza del Cedro. Al salir del establecimiento, observó cómo una docena de personas con cascos, palos y navajas se dirigían tanto hacia él como a otras personas que habían salido del local. Algunos pudieron huir, mientras que a otros, como a la víctima, no les dio tiempo y se vieron acorralados.
J. L. afirma que intenta no pensar en que se produzcan nuevas agresiones en el futuro y asegura que “su familia ahora ya está más tranquila”. Desde el día de la agresión no ha regresado a su puesto de trabajo. “Sigo de baja”, lamentó.
El próximo día 28 tiene que acudir al médico para que evaluen el estado de la herida, que le dañó gravemente la pleura. El joven pasó varios días ingresado en el Hospital Clínico Universitario, porque los numerosos golpes recibidos le habían causado una hemorragia interna. El agredido manifestó ayer encontrarse mejor de los golpes y la herida, aunque esta última semana le había molestado más “por la lluvia de estos días”.
José Luis relató días después de que sucedieran los hechos que la Policía municipal estaba muy cerca del lugar de la agresión, poniendo multas “y me extraña que no los hubieran visto antes”, dijo en referencia a la pandilla que le atacó.
Un amigo suyo fue quien le socorrió y alertó a los agentes de seguridad. “Cuando llegaron me empezaron a hacer preguntas y a gritarme. Ellos llamaron a la ambulancia”, explicó J. L.
La Comunitat Valenciana ha registrado en el último año unos 600 incidentes y actividades de racismo e intolerancia, según el último informe especial Raxen de Movimiento contra la Intolerancia. El portavoz de la entidad, Esteban Ibarra, dijo que se trataba del “mayor número” de casos en toda España.
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