La crisis inmobiliaria toca todos los palos y desde los promotores hasta el último eslabón de la cadena se verán perjudicados. Ese último eslabón, el más débil, será el de los inmigrantes, según vaticina la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que esta semana auguró una mayor incidencia del paro entre la población inmigrante debido a la desaceleración del sector de la construcción, donde la mano de obra extranjera es mayoritaria.

“Como España ha tenido un gran número de inmigrantes en trabajos como la construcción, las cifras de caída del empleo en los últimos meses se reflejarán en los inmigrantes en mayor medida”, destacó el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, tras la presentación de un informe elaborado por el organismo internacional sobre la integración de los inmigrantes.

“Para prepararse de cara al futuro, los Gobiernos deberían desde ahora poner en marcha políticas adecuadas para responder a las necesidades de mano de obra inmigrante y facilitar su integración”, resalta el responsable de la OCDE .

Gurría cree necesario también hacer de la integración una “prioridad” no sólo porque sea “social, política, ética y moralmente” adecuado, sino simplemente porque es un “acto de racionalidad económica”. Puso de relieve que en la práctica totalidad de los países miembros de la OCDE , los trabajadores inmigrantes ocupan puestos muy por debajo de su cualificación.