Internet mejora nexos de migrantes y familia

El Universo, MADRID, 23-02-2008

| EFE

El libro Educar en el locutorio trata  los modernos recursos para que el migrante esté comunicado.  

El perfil de la inmigración ha cambiado y las mujeres han tomado las riendas de su vida y de sus familias, de las que les separan miles de kilómetros en busca de una oportunidad, en una sociedad en la que tienen que afrontar el reto de sobrevivir y seguir siendo, aun en la distancia, educadoras de sus hijos.

La pedagoga argentina Nora Rodríguez, que vive 20 años en España, ante las situaciones que enfrentan las inmigrantes relata en su libro Educar en el locutorio, “sobre madres que han dejado temporalmente a sus hijos y cuyo equipaje más valioso son los recuerdos, las ilusiones y los retazos de promesas que arrastran mientras aprenden a educar en la distancia”.

Para escribirlo, se reunió con 130 madres inmigrantes entre las que hay bolivianas, ecuatorianas, dominicanas, colombianas, guatemaltecas, filipinas, rumanas, camerunesas y magrebíes, a las que llama “heroínas del siglo XXI”.

Ella recogió una selección de estos relatos, que según reconoció, algunos de ellos los escribió entre lágrimas, para acercar la historia que hay detrás de muchas empleadas en España y que le sirven como recurso para marcar las pautas que deben seguir para continuar estando cerca de sus hijos.

“Antes la madre que emigraba era una madre ausente, pero ahora gracias a las nuevas tecnologías, a internet, a los locutorios, es una presencia, una madre que puede estar todo el tiempo acompañando a su hijo, a pesar de la distancia”, dijo.

Indicó que ha habido un cambio en los flujos migratorios, antes era el hombre el que emigraba y cuando conseguía los papeles agrupaba a la familia, pero ahora es la mujer “la que deja a su marido y a sus hijos, a quienes deja al cuidado de su madre o de sus hermanas, y viene a buscar un futuro mejor”.

Sin embargo, esto no implica que la mujer deje de ser educadora, “los hijos necesitan seguir manteniendo el apego, aquel vínculo” con esa madre, que es necesario que esté presente.

Al emigrar “la familia no se rompe, se rompe el proyecto familiar”, por lo tanto, “el papel de la madre sigue siendo el mismo que si estuviera cerca que es acompañar en el crecimiento, ayudar a construir la personalidad, dar valores y prepararlos para la vida”.

La clave está en cómo conseguirlo, por eso Rodríguez ha querido acompañar en este complejo proceso a estas madres a las que recomienda, sobre todo, que hablen con sus hijos “que no esperen a estar bien, o a tener un trabajo estable, porque mientras pueden estar perdiendo dos meses de hablar con sus hijos”.

La Casa de América en Madrid se convirtió en un locutorio abierto, en una jornada donde  se dio homenaje a las madres latinoamericanas en España.

La empresa Orbitel comercializó para esa ocasión mil tarjetas telefónicas que vendió a un precio simbólico de un euro ($ 1,46) para hablar 20 minutos con sus seres queridos “justo el tiempo necesario para que uno pueda decir lo que quiere decir”, dijo una de las madres.

DETALLES: Obra para migrantes

Libro especializado
La autora del libro Educar en el locutorio, Nora Rodríguez, presentó su obra en un foro, acompañada por algunas de las madres inmigrantes que  ha entrevistado.

Relatos y documentales
En ese acto se revelaron relatos de inmigrantes, se proyectaron documentales y un fragmento de películas españolas con un contenido social.

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