Un kiosco con alma solidaria

Diario de Noticias, 22-02-2008

Ser mujer y además de etnia gitana suele ser uno de los principales motivos para la exclusión social en los tiempos en los que vivimos, pero gracias a diferentes colectivos, instituciones… se está trabajando para evitar que ciertas personas queden fuera de la sociedad. La Universidad Pública de Navarra, promovido por el Vicerrectorado de Proyección Social y Cultural, puso ayer en marcha un kiosco de prensa y de material de papelería que será gestionado por la Fundación Secretariado Gitano y en el que trabajarán seis mujeres y un trabajador social.

Tal y como señaló el rector de la UPNA, Julio Lafuente, “la creación y puesta en marcha de este servicio supone por parte de la universidad, el cumplimiento de objetivos como la mejora de la calidad de vida y convivencia de la comunidad universitaria y el impulsado de su compromiso y solidaridad social”.

El colectivo gitano es uno de los grupos que principalmente quedan excluidos y tienen que enfrentarse a fantasmas como el racismo y la xenofobia a la hora de encontrar un empleo. Gracias a los trabajos realizado por varias ONG como es la Fundación Secretariado Gitano, las personas de esta etnia pueden acceder al mundo laboral y tener un contrato de empleo.

El Kiosco de Nabut, que está ubicado en el hall central del edificio del Aulario, será un espacio de relación entre los universitarios y la comunidad gitana. A su vez dará empleo a seis mujeres de esta misma etnia, que estarán coordinadas por un trabajador social.

“Para las chicas es una experiencia nueva en un entorno totalmente desconocido, ya que a ellas les pilla lejos el mundo universitario. Es la primera vez que venían a la universidad, incluso algunas no sabían dónde estaba ubicada”, señalaba Montse Tejero, coordinadora de la Fundación.

Las hermanas Serrano son dos de las mujeres que van a trabajar en el kiosco de la universidad y, tal y como señalaron ayer, se mostraban “muy contentas” con el puesto de trabajo, aunque confesaban sentirse “un poco nerviosas” por ser el primer día. Teresa Jiménez es otra de las empleadas y comentaba que “la jornada estaba transcurriendo muy bien y que es una buena iniciativa”.

Una vez abierto el kiosco no pararon de acercarse alumnos y profesores para ver qué era lo que vendían y a su vez, comprar algún que otro bolígrafo o periódico. “Está muy bien que se dé una oportunidad a la gente que tenga dificultades para introducirse en el mundo laboral, independientemente de que sean gitanas”, manifestaba Candela Martínez, de primero de Derecho.

De la misma opinión eran las universitarias Ainhoa Goñi y Vanesa Ciaurri, de LADE y LADE Internacional, que veían positiva la iniciativa tomada por la UPNA.

El punto de venta abierto ayer ofrecerá prensa diaria, además de material escolar, y realiza recargas telefónicas. Además, será el escaparate de las ediciones de la universidad.

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