Hasta mañana, una coreografía de la compañía de danza madrileña 10 & 10 que aborda el exilio y la inmigración, abrirá mañana (20.00; 10 euros) la cuarta edición del Circuito de Danza Contemporánea de Euskadi en la sala Gazteszena de San Sebastián.

Este espectáculo forma parte del programa de 18 obras que da forma al circuito. Las piezas están rubricadas por 15 grupos (nueve vascos y seis del resto de España) y se representarán en 11 escenarios de Guipúzcoa, Álava y Vizcaya entre mañana y el próximo 6 de junio.

El circuito está promovido por la red de teatros públicos Sarea con el impulso del Gobierno vasco y la colaboración de las tres diputaciones y de los ayuntamientos que acogen las obras. Su objetivo es doble. Pretende facilitar a los profesionales del sector y a los aficionados a la danza espacios de exhibición estables para las nuevas creaciones de pequeño y medio formato. Y, a la vez, quiere apoyar el esfuerzo de los teatros por atraer al público a este tipo de lenguaje escénico.

Las propuestas son variadas. Así, el grupo Organik recrea en +ES3 el estrés que vive la mayor parte de la sociedad occidental. Mientras, la compañía Verdini, formada por bailarines con discapacidades intelectuales, sueña en Argira con una sociedad que permite a estas personas desarrollarse con libertad.

La danza y el vídeo se dan la mano en Astra tour, del coreógrafo Ion Munduate, quien invita a recorrer diversos pueblos de la península. En cambio, con Ostrukaren zuloa, Ertza incita a reflexionar sobre el miedo que a veces empuja a los ciudadanos conformarse con algo y dejar de lado lo que realmente desean.