Impacta el tema de México en batalla electoral de EU

El Universal, J. Jaime Hernández, 21-02-2008

WASHINGTON.— En un mensaje de corte presidencial, Barack Obama aseguró ayer que en caso de llegar a la Casa Blanca una de sus prioridades será el reparar las maltrechas relaciones con un socio estratégico como México para dejar atrás “la torpeza y el desinterés” que han marcado los siete años de la administración Bush, frente a un vecino que fue relegado por su negativa a secundar sus planes en la guerra de ocupación en Irak.“Tenemos que renovar nuestra alianza estratégica con México”, dijo Obama en el marco de una intensa campaña en Texas, donde su condición de presidenciable pasará su gran prueba de fuego el 4 de marzo, ante un electorado latino que representa más de un tercio de los votos.El mensaje de Obama, difundido a través de en un artículo publicado por el diario The Dallas Morning News, revela hasta qué punto el nombre de México —como socio estratégico y como fuente de una diáspora que representa más de 9 millones de votos en Estados Unidos—, se ha convertido en el mejor reclamo publicitario de los aspirantes a la Casa Blanca que hoy más que nunca necesitan de su respaldo.“Cualquier candidato que pueda plantear una nueva relación con México sabe que va a captar la imaginación y la voluntad de los electores latinos, que se han convertido en un factor decisivo en estas elecciones primarias en Texas y tendrán un peso decisivo en las presidenciales”, aseguró Raúl Hinojosa, de la Universidad de California (UCLA).“El voto latino es crítico en este momento. Por esta razón, los candidatos demócratas, especialmente, han comenzado a hablar a favor de una alianza estratégica con México”, añadió Hinojosa.En medio de una contienda electoral tan cerrada, ir en busca del apoyo latino se está convirtiendo en moneda de uso corriente entre demócratas y republicanos.Apenas el pasado 12 de enero, tras una humillante derrota en Maryland, Virginia y el Distrito de Columbia, Hillary Clinton buscaba refugio en un acto de adhesión que reunió a cientos de latinos en El Paso, Texas.Las imágenes de Hillary Clinton, fotografiada al lado de niños vestidos de charro o en medio de familias que protestaban por el reforzamiento del muro fronterizo, sólo desvelaron la urgente necesidad de contar con el apoyo del 36% de los electores en Texas donde prometió que, en caso de llegar a la Casa Blanca, haría una profunda reevaluación de la política de seguridad fronteriza.Otro de los candidatos que ha mirado hacia México ha sido el republicano John McCain, quien apenas el lunes pasado aprovechaba su visita a Houston para recibir el respaldo del ex presidente George H. Bush y para proponer una nueva era de colaboración con México y para alabar el combate del Presidente Felipe Calderón contra los cárteles de la droga.“Necesitamos detener a esos carteles. El presidente (George W.Bush) y yo admiramos el esfuerzo del presidente (Felipe) Calderón en su lucha contra unos carteles que hoy campean en la frontera y otras partes de México. Y espero reforzar nuestras relaciones y nuestros esfuerzos con México”, dijo McCain.Su discurso fue interpretado por analistas como un intento por recuperar el terreno perdido ante el electorado latino.Sin embargo, el mensaje de McCain a favor de reforzar el muro y de deportar a dos millones de indocumentados, en caso de llegar a la Casa Blanca, no ha sido bien recibido por la comunidad latina que aún resiente los efectos de una intensa campaña antinmigrante.“Este discurso antinmigrante ya ha alejado a muchos latinos de los republicanos”, aseguró Lionel Sosa, un respetado estratega republicano.“Cuando la gente habla de reforzar el muro y de deportar a los inmigrantes, el mensaje es claramente antilatino”, advirtió Sosa al señalar que este tipo de discurso, frente a un voto hispano que cada vez es más importante y que mira hacia México, podría costarle muy caro a McCain.

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