El nivel educativo de los trabajadores extranjeros en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es superior al de los autóctonos, según un informe del organismo publicado ayer. Mientras el 23,6% de los inmigrantes son universitarios, los nativos con estudios superiores son el 19,1%.
Este dato, que se repite en la mayoría de los países de la zona, figura en el estudio que traza el perfil de la inmigración en la OCDE en el 2000. En los países que seleccionan la inmigración, como Australia y Canadá, la tasa de inmigrantes con título universitario es, respectivamente, del 25,8% y del 38% frente al 20% y el 31,5% de los nacidos en el país.
Sin embargo, en la mayoría de los países los inmigrantes ocupan puestos de trabajo muy por debajo de su cualificación profesional, con una cifra que en ocasiones dobla la de los autóctonos. El informe cita a este respecto a Dinamarca, España, Grecia, Italia y Suecia.

MÁS INTEGRACIÓN
Ante esta situación, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, abogó por reforzar las políticas de integración. “Enfrentarse al problema de la subcualificación profesional – – afirmó – – es más urgente en tanto que cada vez son más los países que quieren atraer inmigrantes altamente cualificados, considerando que ayudarán a estimular el crecimiento económico y tendrán menos dificultades de integrarse en la sociedad”.