El desplome de un tramo de la muralla del Palau Marquesal dels Milà i Aragó de Albaida, como consecuencia de las lluvias, provocó el inmediato desalojo de una vivienda colindante, cuyos ocupantes se han tenido que trasladar a una pensión hasta que se solucionen los problemas.

Además, el desplome puso en peligro la seguridad del jardín que se encuentra ubicado en las inmediaciones del edifico histórico, por lo que se ha cerrado al público parte del mismo.

El agua que se filtró entre la tierra provocó el hundimiento de unos tres metros lineales de la muralla, que tiene 9 metros de altura, lo que hizo que cayesen al suelo los bloques de piedra con un gran estrépito.

Los agentes de la Policía Local, a los que avisó el vecindario, procedieron al desalojo de una de las casas contiguas a la muralla del Palau Marquesal por motivos de seguridad.

Las piedras de la muralla situada en la proximidades del palacio, cayeron sobre unos solares de la calle de la Trinitat, aunque según comentaron fuentes del Ayuntamiento, “no se han lamentado ningún tipo de pérdidas materiales en los inmuebles adyacentes”.

Aún así, según comentó el concejal de Urbanismo, Roberto Sala, “para prevenir riesgos mayores, la vivienda situada junto a la muralla donde se produjeron los derrumbes fue desalojada”. En ella, según informaron fuentes locales, “vivían una pareja de inmigrantes de origen musulmán”.

Sala señaló que la vivienda “se encuentra contigua al paredón por lo que puede verse afectada la seguridad de sus habitantes y poner en peligro su vida”. En este sentido, explicó que los propietarios “han aceptado vivir de forma temporal vivir en una pensión de Albaida, ya que aunque sea un poco incómodo, la finalidad es que no estén en peligro”.

Además, aseguró que el tiempo que deberán alojarse fuera de su domicilio “es imprevisible ya que la remodelación de la muralla no se sabe cuándo comenzará”.

El concejal aseguró que los gastos de esta pensión “correrán a cargo del Ayuntamiento, ya que ellos no tienen la culpa de los hechos ocurridos”.

El edil indicó que la muralla “se encuentra en mal estado”, y que por falta de presupuesto “no se ha podido arreglar antes, aunque llevamos ya tiempo detrás de su rehabilitación”.

En cuanto a uno de los solares colindantes, Sala explicó que sus propietarios “llevan ya tiempo queriendo edificar allí para construir una vivienda unifamiliar, aunque por motivos de seguridad y hasta que Patrimonio no lo autorice, no pueden llevar a cabo esta obra, y sobre todo, – subrayó – que puedan construir su casa cumpliendo todas las medidas de seguridad.”


Trabajos

Así, en cuanto a los desprendimientos, aseguró que los operarios del Ayuntamiento “están intentando eliminar las piedras irregulares que se han desprendido, para posteriormente, con las mismas piezas reconstruir la muralla”.

En los primeros trabajos se ha utilizado incluso una máquina excavadora, para agilizar las actuaciones.

Sala añadió que necesitarán ayudas, ya que los recursos del Ayuntamiento “no pueden soportar un gasto de tan alta envergadura y tan costoso”.

En este sentido indicó que el Consistorio “desde hace tiempo está intentando solicitar el 1% cultural, ya que nos corresponde por tener un Bien de Interés Cultural (BIC) y no han atendido a nuestras peticiones”.

En cuanto al jardín del Palau del Milà i Aragó, señaló que quizá también ha influido en el derrumbe de la muralla, ya que por las filtraciones del agua y del sistema de goteo en los jardines, así como las raíces de algunos de los árboles que tienen grandes dimensiones puede haber afectado negativamente.

Por otro lado, el edil de Urbanismo explicó a LAS PROVINCIAS que el Ayuntamiento está a la espera de que se les conceda “el 1% cultural, por lo que hasta que no se apruebe, no empezarán las obras de reconstrucción”.

No obstante, señaló que si no el Ministerio de Fomento no les ofrece esta ayuda, “el Ayuntamiento no podría hacerse cargo de los costes de la muralla, por lo que tendrían que plantearse otras opciones en cuanto a subvenciones a solicitar”.

Además, indicó que Albaida ha sufrido en menos de dos meses dos sucesos importantes, “el incendio del Palau y el derrumbe de la muralla, por lo que parece que la mala suerte nos persiga”.

Por otro lado, aseguró que si se tratase de un Ayuntamiento con más recursos, "podríamos invertir más y poder mantener mejor nuestro patrimonio histórico, pero como no es así, dedicamos lo que podemos a estos aspectos. “Es lo que ocurre con la rehabilitación del Paula Marquesal”, subrayó.

Según explicaron fuentes del Consistorio, tras el hundimiento de la muralla se desplazaron hasta el lugar efectivos de la Policía Local de Albaida y retiraron los vehículos de la zona, con la finalidad de evitar daños materiales, para acto seguido proceder a acordonar el perímetro de la zona afectada. Posteriormente, los bomberos de Ontinyent y la Guardia Civil de Albaida se personaron en el lugar, ya que hubo otro desprendimiento menor.

Más tarde, el equipo de técnicos municipales de la brigada de obras, junto con el alcalde de Albaida, Juan José Beneyto, y la arquitecta del municipio, se acercaron también al lugar para proceder a la comprobación del estado de la muralla, que se limpió con la ayuda de una grúa.

Asimismo, según declararon fuentes del Consistorio, “ante la valoración de los técnicos municipales y con el objetivo de evitar desprendimientos posteriores, se procedió a derribar las partes que todavía quedaban en pie, y que presentaban peligro de derrumbe”. La muralla del Clos de la Vila proviene de la época islamista y pertenece al patrimonio arquitectónico local. Cerraba la antigua Vila y fue reutilizada posteriormente por los colones feudales.