Sr. Rajoy, ¿aprenderá usted euskera?

Gara, 20-02-2008

¿Cómo nos va a apoyar para que en nuestros países no existan guerras, ni inseguridad, ni bombas que usted o sus aliados mandan tirar de vez en cuando?

Ahora, cinco siglos más tarde, la historia se repite. Continúan saqueando nuestras riquezas. Si han acabado con el oro, habrá petróleo o madera, habrá algo de dinero y descuidarán otras cosas mucho más importantes. Señor Rajoy, en ningún momento he escuchado en sus proyectos políticos qué va a hacer a favor de desigualdad social y política, no de España, sino del mundo entero, para que los inmigrantes sólo tengamos que venir como turistas a Europa y podamos volver pronto a nuestros lugares de origen. ¿Qué va a hacer en contra del hambre, de las guerras, de las invasiones y saqueos? ¿Qué va a hacer en contra de la explotación laboral, de una ley de extranjería injusta e inhumana, en contra del narcotráfico, de la pornografía y de la explotación infantil? ¿Qué va a hacer a favor de todos los inmigrantes trabajadores que cotizan y pagan impuestos, que son necesarios en el desarrollo social, económico y demográfico de su país? ¿Qué derechos y garantías les va a ofrecer a todos ellos? ¿Cómo nos va a apoyar para que en nuestros países no existan guerras, ni inseguridad, ni bombas que usted o sus aliados mandan tirar de vez en cuando? ¿Qué nos puede decir de todas esas medidas carcelarias para inmigrantes , de todos esos nuevos muros que se construyen en las fronteras, de todos los muertos y deportados masivamente? ¿Qué nos tiene que contar de todos esos rostros desesperados en cayucos y barcos interceptados, de todas esas vidas e ilusiones frustradas y acabadas?

Y una pregunta más. ¿Cuando usted vaya a Euskal Herria será capaz de aprender euskera? Y no como imposición, sino con el gusto que muchos inmigrantes empiezan ahora a aprender esta bonita lengua del País Vasco. No como síntoma de asimilación, sino con el buen gusto y respeto por querer convivir con un pueblo al que respetamos y nos respeta sin ningún tipo de contrato de inmigración. Mi deseo, señor Rajoy, es que recuerde que los inmigrantes somos personas trabajadoras, pensantes y con sentimientos y, por si fuera poco, también con gran capacidad de organización y representación colectiva.

Una cosa más. Somos muchos y también somos necesarios.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)