Miguel Mielgo

AARHUS (DINAMARCA) – La Policía y los Bomberos daneses se preparaban ayer para una nueva y caótica noche de incendios y destrucción por todo el país. Grupos incontrolados de jóvenes inmigrantes musulmanes demostraban con violencia, y por octavo día consecutivo, sus repulsas y rabia por la publicación de las caricaturas de Mahoma en los periódicos daneses, incendiando a coches, contenedores y escuelas en diversos pueblos y ciudades de Dinamarca.

El caos, especialmente en la madrugada del sábado, era total y los bomberos no daban a basto para acudir a tantos incendios, sobre todo en las pedanías de Copenhague y en la ciudad de Aarhus, en la península de Jutlandia, donde tiene su sede el diario danés «Jyllands Posten» que en septiembre de 2005, publicó la caricaturas del profeta que han provocado la irritación del mundo musulmán.

Con bidones de plástico llenos de gasolina, los jóvenes musulmanes, en su mayoría menores de edad, fabrican los rudimentarios cócteles Molotov con los que incendian todo lo que encuentran a su paso al amparo de la oscuridad. Y cuando los bomberos y las fuerzas del orden acuden a lugar del incendio, son recibidos por una lluvia de piedras, botellas y objetos de todo tipo. Los actos vandálicos en los barrios periféricos de Copenhague después que la semana pasada la Policía desbaratara los planes de asesinato de Kurt Westergaard, uno de 12 los dibujantes y autor de las polémicas caricaturas, tras haber detenido a dos tunecinos y un danés de origen marroquí. Como reacción de apoyo, los diarios daneses publicaron de nuevo el dibujo de Mahoma donde se muestra una cabeza que lleva un turbante en forma de bomba con la mecha encendida.

Pero las protestas y altercados se han ido extendiendo y durante el fin de semana han llegado a todo el país. Dinamarca entera parece por la noche una zona en guerra y, no es para menos, porque nadie se siente seguro en su casa debido a los incendios. Y mientras voces ciudadanas pedían por medio de correos electrónicos la intervención del Ejército, Lene Jespersen, ministra de Justicia, pedía calma y decía que «es totalmente inaceptable comportarse así en una sociedad democrática». Jespersen aseguró que se aplicaría la «tolerancia cero con estos jóvenes». Al día de ayer la Policía había detenido a 64 jóvenes, pero sólo 42 han sido encarcelados de forma preventiva, porque muchos son menores de 15 años.

El primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, dijo anoche en la TV2 danesa que la responsabilidad de lo que ocurre es de ellos y de sus padres, y no de la sociedad. Rasmussen también advirtió a los daneses que no deben meter a todos los musulmanes en el mismo saco. Los daneses no parecen dispuestos a aguantar y, lo que está ocurriendo llevará, sin duda, al incremento de los votos hacia la derecha.


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