Hasta siete reclusos de la prisión pontevedresa de A Lama – seis en lo que va de mes – no han regresado al penal tras disfrutar de permisos otorgados por un juez desde el 1 de enero del 2008. La mayoría son extranjeros, y aprovechan su primera salida para huir de España, generalmente a través de la vecina Portugal, sobre todo en los primeros permisos, que tienen una duración de tres días.

Al ritmo de incumplimientos de condena, este año se superará la cifra de los 94 presos que en el 2007 no retornaron a la cárcel tras su salida. «La mayoría de los quebrantamientos se producen en Semana Santa, verano y Navidades», destacan fuentes de los sindicatos penitenciarios, y añaden que es «después del primer permiso cuando los reos ya no regresan». Muchos de los reclusos que quebrantan estas autorizaciones obtienen documentación falsa con facilidad, identificaciones que emplean posteriormente para regresar a sus países de origen.

Los dos últimos en escapar del penal de A Lama son dos venezolanos enviados a prisión por delitos de narcotráfico. Uno cumplía un pena de nueve años de cárcel y el otro una de seis. En ambas situaciones, los delincuentes habían sobrepasado la cuarta parte de su condena, requisito esencial para poder disfrutar de un permiso de salida. Los sindicatos penitenciarios señalaron que la cercanía de la frontera lusa es un factor determinante en estos incumplimientos.

Investigación

La huida de los dos venezolanos está muy próxima a la fuga de cuatro narcotraficantes franceses que utilizaron una salida autorizada para no volver al centro penitenciario de Pontevedra. En estos seis últimos, el juez de vigilancia penitenciaria concedió el permiso, a pesar de que la junta de tratamiento del penal se había opuesto a dicha medida.

La noticia de la huida de los narcos franceses provocó que el Consejo General del Poder Judicial abriera una investigación preliminar que podría desembocar en la apertura de un expediente disciplinario al juez que autorizó las salidas.