Educar a un hijo que vive al otro lado del charco

Bienestar Social ha puesto en marcha el programa de apoyo psicológico 'Padres y madres en la distancia' El proyecto está dirigido a los inmigrantes residentes en Irun que tienen a sus hijos en el país de origen

Diario Vasco, M. I., 17-02-2008

IRUN. DV. El área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Irun ha presentado el proyecto piloto Padres y madres en la distancia, dirigido, principalmente, a los padres de la comunidad latinoamericana de Irun que tienen a hijos a su cargo en su país de origen. El objetivo de este programa pionero en Euskadi es, ofrecer «apoyo psicológico para afrontar mejor las dificultades diarias que les toca vivir. Además, se les facilita un espacio y un tiempo para hablar, compartir y reflexionar sobre las dudas en la educación y relación con los hijos y resto de la familia».

Esta iniciativa responde a una creciente necesidad que, desde el programa Gurasoekin, observaron técnicos y psicólogos del Ayuntamiento. «La realidad social ha evolucionado y también las demandas de la población», señalaba la concejal delegada de Bienestar Social, Cristina Laborda. «Los profesionales han palpado la necesidad que tienen de ser atendidas aquellas personas de origen extranjero, con hijos en su país de origen».

Nuevas tecnologías

Laborda explicaba que aquellos padres que tienen a sus hijos en la distancia «tienen unas dificultades añadidas a la hora de educarles. Por suerte y ahora más que nunca, pueden conservar los lazos con sus familias y países de origen utilizando las nuevas tecnologías de la comunicación. Sin embargo, el reagrupamiento supone, muchas veces, un reconocimiento mutuo que exige algunos esfuerzos».

Según los datos facilitados por el área de Bienestar Social, está previsto que a lo largo de este año lleguen un total de 79 menores a Irun, de los cuales, 64 son de origen latinoamericano. Por esta razón, el Ayuntamiento ha visto necesario poner en marcha el programa Padres y madres en la distancia. «No queremos hacer un grupo de inmigrantes», comentaba Juanjo Villegas, psicólogo de Gurasoekin, «sino un grupo de padres y madres que viven en Irun, pero tienen sus hijos fuera».

El proyecto contempla, además de una intervención grupal, entrevistas individuales y sesiones familiares coordinadas por psicólogos especialistas en familias.

Población extranjera

En la actualidad, en Irun hay 4.335 personas de nacionalidad extranjera, es decir, un 7% de la población empadronada. Según datos facilitados por Bienestar Social, esta población se divide a partes iguales según el sexo: 52% son hombres y 48% mujeres. Las principales nacionalidades extranjeras son, por orden decreciente, Portugal, Colombia, Rumanía, Francia, Brasil, Ecuador, Marruecos, Perú, Argentina, China y Ucrania.

«Hasta hace poco tiempo, era el padre el que emigraba solo primero y luego, se reunía con su mujer e hijos en el país adoptivo, una vez que podía sostenerlos económicamente», indicaba la delegada de Bienestar Social. «Hoy en día, sin embargo, muchas mujeres emigran, solas o acompañadas de sus maridos, en búsqueda de trabajo, dejando a sus hijos al cuidado de los parientes durante meses e incluso años. El número de padres en la distancia es elevado».

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