A más del 40% de los ciudadanos les molestaría "mucho o bastante" tener vecinos de raza gitana
Diario de noticias de Alava, 16-02-2008vitoria.El empleo nos hace iguales . El título de la campaña de sensibilización actualmente en marcha no resulta casual. Parte de la certeza de que existen desigualdades entre la mayoría de la sociedad y la minoría calé – que en España asciende a 700.000 ciudadanos – . Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, a cuatro de cada diez españoles les molestaría “mucho o bastante” tener como vecinos a personas de esta etnia.
Muchos ciudadanos del Estado no se conforman con admitir que no les gustaría nada que en su portal viviera una familia gitana: además, a uno de cada cuatro padres les disgustaría que su hijo fuera a la escuela con alumnos calés. En este escenario de ideas, no sorprende la siguiente conclusión de la memoria del programa de inserción laboral Acceder – desarrollado entre los años a 2000 y 2007 – : “La población gitana vasca va progresando a remolque de la sociedad mayoritaria, y se encuentra con barreras y problemas estructurales que la mayoría no es capaz de superar por el momento”.
Lo cierto es que las desigualdades persisten en muchos ámbitos; también sobre uno de los ejes de nuestra sociedad: el mercado laboral. Tan solo un 51% de los gitanos ocupados son asalariados, frente a un 81% del conjunto de la población española. La tendencia se invierte en los trabajos por cuenta propia: entre los gitanos que trabajan, el 48% lo hace como autónomo, frente al tímido 18% del resto de la población del Estado.
La mayor losa que cae sobre la comunidad es la alta precariedad en el empleo con relación al conjunto de la población, ya que un 42% de los asalariados trabajan a tiempo parcial, mientras que entre el resto de ciudadanos, esta situación representa solo al 8,5% de los trabajadores.
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