Lakua impulsará el empadronamiento de los inmigrantes para que se integren
El plan del Gobierno vasco refuerza el trabajo de ayuntamientos y diputaciones en la acogida a extranjeros.
Deia, , 15-02-2008gasteiz. La llegada masiva de inmigrantes ha transformado la sociedad vasca, proporcionando una fuerza de trabajo y un relevo generacional que los poderes públicos tratan de gestionar desde el desconocimiento de un fenómeno sin precedentes. Con la experiencia que dan ocho años de acogida a gentes venidas de fuera, el Parlamento vasco dio ayer el visto bueno al II Plan Vasco de Inmigración 2007-2009, una herramienta que hace hincapié en un camino básico e imprescindible para la integración: el acceso a la vivienda.
Los inmigrantes que llegan a la CAV saben que trabajo y vivienda conforman una especie de serpiente que se muerde la cola. Sin empleo no se puede acceder a una vivienda, sin estar empadronado no se puede acceder al mercado laboral. Por ello, todos los grupos votaron por unanimidad una propuesta de resolución del PSE que apuesta por favorecer el empadronamiento de los extranjeros como primer paso para su integración. “Se trata de que a los inmigrantes se les atribuya el sello de ciudadanía, que adquieran visibilidad”, explicó la parlamentaria socialista Gemma Zabaleta. El empadronamiento social, que muchos ayuntamientos vascos ya practican de oficio, se convertirá así en una política común en Euskadi para regularizar a los inmigrantes, pues es la única herramienta para cuantificar el número de inmigrantes. El departamento de Vivienda y Asuntos Sociales ya ha emprendido, de hecho, una campaña de empadronamientos que tendrá continuidad “en marzo o abril”, según Madrazo.
Todos los grupos coincidieron ayer en que el acceso al empleo es la llave imprescindible para que los inmigrantes dejen de ser invisibles y formen parte de la sociedad en igualdad de condiciones. Así, se permitirá acceder al mercado laboral a aquellos inmigrantes que ahora subsisten gracias a los recursos sociales de municipios y diputaciones, y que conformando un 4% de la población suponen un 30% del gasto asistencial.
En materia de vivienda, el Plan pretende llevar a cabo “una política normalizada, sin vías excepcionales, que exija a los inmigrantes los mismos requisitos que a los demás” a la hora de acceder a un piso. Eso sí, el departamento adoptará medidas extraordinarias en casos de exclusión social.
El trabajo codo con codo con la red de base municipal, y con otros organismos como Heldu o Ikuspegi, es para el tripartito la única vía para lograr ese acceso al empleo y la vivienda, y es la principal aportación del Plan con respecto a su predecesor.
Aportación al PIB En todo caso, el Plan, que cuenta con una partida de 96 millones de euros, divide sus esfuerzos en diferentes áreas que abarcan desde la educación, el acceso a la Sanidad o el intercambio cultural, hasta la difusión entre la ciudadanía y los propios inmigrantes de sus objetivos. La política interinstitucional se extenderá asimismo al propio Gobierno vasco. Madrazo explicó que los 96 millones de euros que se invertirán en los próximos dos años saldrán de los presupuestos de los departamentos de Sanidad, Educación, Justicia o Vivienda.
De entre las modificaciones de los populares que fueron aceptadas destacan la propuesta de elaborar un estudio económico sobre la aportación de los inmigrantes al PIB vasco, o el fomento de la solidaridad. El tripartito rechazó, por su parte, la propuesta del PP de “luchar contra determinados rasgos supuestamente culturales que suponen una discriminación de la mujer”.
“El PP alimenta sentimientos xenófobos”
El clima de buena voluntad y ganas de aportar que se vivía ayer en el Parlamento invitaba al optimismo. Nada hacía presagiar las duras palabras que el consejero Javier Madrazo dirigió al PP después de que el parlamentario popular Borja Semper criticará el Plan de Inmigración por su “posicionamiento político” y las “carencias que lo hacen ineficaz”. Madrazo contraatacó censurando la Ley de Extranjería aprobada por el Gobierno de Aznar, que “muchos ayuntamientos enmiendan mediante el empadronamiento social”, pero las palabras más gruesas llegaron después. El consejero acusó al PP de “alimentar sentimientos racistas y xenófobos que electoralmente han funcionado bien en otros países y que conectan con la extrema derecha”. “Quieren que firmen no sé qué contrato para que se comprometan a asimilar nuestras costumbres hispánicas pero ¿a cuáles se refieren? ¿a la de echar la siesta, a la de comer paella, a la de la especular con el suelo o a la de ser sumisos a la monarquía?”, planteó. Semper lamentó que después de presentar “39 propuestas de resolución con un espíritu constructivo”, Madrazo les insultara, según sus propias palabras, “diciendo que alimentamos el racismo”. >T. D.
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