Los musulmanes catalanes denuncian el auge de los radicales salafistas

ABC, 15-02-2008

ÁNGEL MARÍN

BARCELONA. El discurso salafista ha calado en los sectores más desfavorecidos de la comunidad musulmana afincada en Cataluña. La reciente detención de un grupo terrorista islamista – la mayoría de origen pakistaní – que pretendía atentar en el Metro de Barcelona, puso en evidencia «cierto» apoyo logístico de musulmanes radicales que rezan en determinadas mezquitas del barrio del Raval, donde el discurso radical ha hecho mella entre sus fieles.

El presidente de la Junta Islámica Catalana (JIC), Abdennur Prado, denunció ayer la presencia de grupos salafistas en algunas mezquitas catalanas que propugnan un Islam radical y «de ruptura» con la cultura occidental.

Estos sectores salafistas disponen de dinero y recursos del exterior para difundir su discurso radical entre los musulmanes más pobres y desarraigados en el país y la sociedad de acogida. «Hay predicadores que vienen de fuera con dinero para divulgar estos mensajes, que amenazan con provocar una fractura social», afirmó Abdenur Prado.

«Vienen de fuera»

La Junta Islámica Catalana, una organización religiosa creada en 2004 e integrada por catalanes convertidos al Islam, es la única entidad de carácter religioso que, de momento, se ha adherido a la plataforma «Musulmanes y musulmanas por la igualdad».

Esta plataforma – que se presentó el martes en Barcelona y que está integrada por una decena de asociaciones, la mayoría de ellas ligadas a colectivos marroquíes – nace con el objetivo, entre otros, de combatir la propagación de doctrinas radicales dentro de la comunidad musulmana que reside en Cataluña. «Tenemos que reaccionar ante esta situación y alertar de que si no hacemos nada vamos a ir a una fractura social, como ha pasado en Francia», añadió.

Operación en Vitoria

Por otra parte, la Ertzaintza detuvo ayer en Vitoria a tres argelinos activistas islámicos, que realizaban labores de proselitismo entre la comunidad musulmana a favor de grupos radicales. Los especialistas de la Ertzaintza han comenzado a analizar el material informático encontrado en posesión de estos individuos, que residían en la calle Juntas Generales número 26, en el barrio de Lakua.

Los tres sospechosos distribuían materiales de propaganda relacionados con actividades de grupos extremistas islámicos, labor que realizaban en su casa y en un locutorio.

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