Muere cuando huía después de matar a un hombre y herir a su familia en Guadalajara
ABC, 15-02-2008Ó. CUEVAS / N. LEÓN
GUADALAJARA. Diez días después del asesinato de Adoratrices, Guadalajara vivió ayer otro episodio de crónica negra, en lo que parece un caso de ajuste de cuentas. Un vecino de Guadalajara resultó asesinado, y su mujer y su hija heridas por arma blanca, en un ataque perpetrado por otro hombre que, a su vez, acabó matándose en un accidente de tráfico cuando huía de la Policía. Tanto el agresor como su víctima eran colombianos.
Todo comenzó alrededor de las cinco y media de la mañana, en el número 11 de la calle Chile, del popular barrio de la Colonia Sanz Vázquez, de alta densidad de población inmigrante.
Según testimonios de los vecinos, el presunto asesino pudo haber pasado sin violencia al hogar de la familia colombiana, dado que la puerta no fue forzada. Allí, dio muerte a navajazos a su compatriota, e hirió de gravedad a su mujer, posiblemente cuando esta trató de defender a su esposo. La hija de ambos, de siete años, resultó herida leve.
En estado de «shock»
Alertada la Policía, y enviadas al lugar los servicios de emergencias, los tres fueron trasladados al Hospital Universitario de Guadalajara, donde falleció el hombre, y donde ayer permanecían ingresadas la mujer, grave pero fuera de peligro, y la niña, que se encontraba en estado de «shock».
Según la Consejería de Justicia y Protección ciudadana, fue la propia esposa del fallecido quien dio el aviso, sin embargo, un vecino de la familia, Bonifacio Paraíso, relató que fue su hijo el que llamó a una ambulancia para que atendiera a las dos heridas. Según Paraíso, él y su hijo escucharon un «portazo» y un «golpe» en la casa de la familia afectada, justo debajo de la suya, por lo que ambos bajaron a llamar al timbre para ver que pasaba. Fue entonces cuando les abrió la mujer y les dijo que «un muchacho» les «había pinchado».
La herida, que tuvo que tumbarse en el suelo durante la conversación, les explicó que su marido no podía respirar y su hija tenía sangre en la mano, pero que no había podido llamar a emergencias, por ello, el hijo de Paraíso se ocupó de avisarlos. Según fuentes policiales, tras identificar al sospechoso, inició su búsqueda hasta localizarlo, iniciándose una persecución. Esta culminó en un aparatoso accidente de tráfico en el kilómetro 30 de la M – 45, cuando la furgoneta del presunto homicida cogió dirección contraria en la autovía, colisionando con un camión. Tras el choque resultaron muertos el sospechoso del crimen, así como el camionero.
Una familia colombiana
Otros vecinos del inmueble donde vivía la familia colombiana en Guadalajara confirmaron que esta llevaba unos dos años viviendo en el lugar «sin dar nunca ningún problema».
El Juzgado número 2 de Guadalajara ha decretado el secreto del sumario y mientras, la Policía continúa con la investigación para aclarar las causas que llevaron al suceso.
Las fuerzas de seguridad no descartan ninguna hipótesis y entre ellas se baraja la posibilidad de un ajuste de cuentas por parte de sicarios, a pesar de que los vecinos de la familia aseguran que «son buena gente» y que nunca han dado «problemas».
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