La gallina de los huevos de oro
El Periodico, , 15-02-2008Esto del mensaje político tiene su ciencia. A veces es básica la división del trabajo. El líder tiene que hacer la propuesta seria, por ejemplo “contrato de integración de los inmigrantes”, pero como esto sería un palo, los secundarios deben decir lo mismo pero en divertido, o sea “mamografías de ecuatorianas” y “maravillosos camareros de antes”. El éxito en las teles está asegurado y la gente no habla de otra cosa.
Después está lo visual. Me coja unos artistas, me hace hacerles la señal de la ceja con un dedo y espere a que el buen rollo contagioso haga el resto. Eficacia dudosa, sobre todo si los de la ceja son los de siempre. La metáfora es un valor seguro, y se enseña en primero de político, como ha demostrado Pere Vallejo, que desde la plataforma del AVE por el litoral ha hecho un meritorio “hasta ahora hemos sido una china en el zapato, pero si el trazado se mantiene, seremos una piedra en el riñón”. Eso sí, la metáfora, para ser eficaz, debe ser muy fina. Si lo es, funciona incluso en casos desesperados, como el de Ruiz – Gallardón con su genial “Doña Cuaresma” dedicado a Esperanza Aguirre.
Cuidado con la demagogia. Si no es sutil, canta como una almeja. Vean si no el caso de Rajoy cuando responde a los artistas con eso de “yo, los artistas que admiro, son los que se levantan a las siete y tienen que hacer muchas cuentas para llegar a fin de mes”. Esperábamos más del creador de “la carabina de Ambrosio” y citador de Confucio.
Finalmente, entre los clásicos, están las apropiaciones. Aquí el autor busca sorprender por la vía de la transgresión. Es el caso de Aguirre utilizando el nombre de Tarradellas (que sería una apropiación indebida) o de Joan Herrera citando a Barak Obama, porque, como él, “también habla de clase obrera”. No consta que el de Illinois conozca La internacional. Y si tiene un problema con algo, pruebe a cambiarle el nombre, como nuestro Govern, que ahora al cuarto cinturón le llama “ronda del Vallès”. Eso sí, si usted tiene un hotel y lo pillan cobrando 700 euros por una noche, mejor que no diga nada. Por más cara que le eche, no habrá metáfora que le salve.
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