Cargas deprofundidad

Las Provincias, F. P. PUCHE, 15-02-2008

Cuando el Partido Popular coloca el asunto de la inmigración en el centro del florido pensil de Zapatero, se adueña del saque en la partida. Al fin, cielos, un asunto nuevo e interesante. Algo distinto al trasvase por lo que vale la pena leer: la inmigración. Y a través de ella, los valores de la sociedad española.

Ha sido una carga de profundidad, un asunto de gran calado. Tanto, que ni siquiera el PP se ha dado cuenta de la capacidad de conmoción del estanque que tiene. Porque, aparte de los asuntos del sexo, los españoles no tienen otra esfera más íntima, más sensible, más cautelosa, ni más hipócrita, que esta de los sentimientos, individuales y colectivos, sobre los extranjeros.

Mariano Rajoy nos habla de costumbres. O sea, de valores. ¡En 2008! Decimos los periódicos, dice él, que se trata de establecer un “contrato” con los que vienen de fuera para que se adapten a nuestras costumbres. Pero es probable que ni siquiera el líder del PP se haya percatado de que, levantada una punta de la manta de las costumbres, se levantarán todas. Y que puestos a codificar lo que viene de fuera habrá que analizar primero lo que tenemos dentro.

No, el debate pendiente no es todavía el del pañuelo de las musulmanas; primero está el de los pearcings y tatuajes de nuestras adolescentes; el asunto no son las pandillitas de ecuatorianos sino el alcoholismo latente en la juventud española. Acaba de entrar en campaña, pues, lo innombrable: cómo somos los españoles de 2008. Los que estábamos, más las aportaciones de los cinco o seis millones de nuevos vecinos que se nos han unido recientemente.

A tenor de sus insultos, al PSOE, no hay más que verlo, la propuesta le ha sentado como una patada en el paladar. Pero hay momentos en que pienso que todo esto saca de quicio mucho más a algunos dirigentes y candidatos del Partido Popular, que en modo alguno están preparados para digerir, entender, proponer y transmitir nada de lo que estamos hablando. Arias Cañete, está claro que es el primero de ellos. Pero hay más. A no pocos del PP esa propuesta de Rajoy sencillamente les viene grande.

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