VITORIA. El II Plan Vasco de la Inmigración (2007 – 2009), dotado con una inversión de 96 millones de euros, apostará por la formación de la población inmigrante en aquellas especialidades de mayor demanda laboral. También impulsará el empadronamiento de todas las personas residentes en Euskadi como garantía de acceso a los servicios sociales y al resto de sistemas de protección social. El consejero de Asuntos Sociales, Javier Madrazo, explicó ayer en el Parlamento Vasco los objetivos del plan: la integración sociolaboral de las personas inmigrantes, unas 100.000 en Euskadi, y la convivencia pacífica «entre diferentes».

Borja Sémper (PP) criticó el plan, aprobado en junio del año pasado por el Gobierno Vasco, porque «retuerce la realidad jurídica vigente» y opinó que «pretender papeles para todos por el simple hecho de la residencia y la concesión de derechos políticos para todos los que tengan los pies en el Estado español», provoca «confusión». Madrazo acusó a los «populares» de «alimentar sentimientos xenófobos y racistas» para «aumentar su caudal de votos». EFE