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19 ecuatorianas indocumentadas en Bélgica piden al régimen de este país que se las regularice.

Hace años que  19  ecuatorianas que permanecen ilegalmente en Bélgica piden al gobierno su regularización, pero como no han obtenido respuesta, el rumbo de sus demandas cambió el pasado  31  de enero, cuando decidieron declararse en huelga de hambre.

Para ello, se encerraron en un gran edificio público abandonado en el centro de Bruselas, donde se sumaron  140 personas, la mayoría de países africanos y asiáticos, que están en  huelga hace casi  40 días.

“Llevamos más de dos años yendo a manifestaciones, hemos presentado el dossier (documento) de regularización y siempre nos ha sido rechazado”, declara Zoila Manes, una de las huelguistas.

Manes tiene ahora  26 años, pero llegó a Bélgica procedente de Ecuador cuando tenía  19, y desde entonces ha sobrevivido en la clandestinidad, trabajando casi siempre como empleada de hogar.

Y ahora (como sus 18 compañeras) lleva ocho días sin comer y sin que el gobierno haya dado algún paso.

“No nos iremos hasta que nos den una solución”, dice antes de llegar adonde todas ellas pasan los días y las noches, una habitación sin electricidad y con los colchones en el suelo.

A pesar de que todas ellas llevan entre  7 y 13 años en Bélgica, las autoridades siempre respondieron a sus demandas con una carta con la expulsión del país, incluso a algunas las llevaron a “centros cerrados” para inmigrantes ilegales (denunciados por varias organizaciones de derechos humanos).

Tiempo no justifica
Para el Estado, el tiempo de estancia ilegal en el país no cuenta para nada.

“Estar en situación irregular en Bélgica, aunque sean muchos años, no justifica según la ley belga un proceso de regularización”, explicó Dominique Ernould, la portavoz de la Oficina de Extranjeros (un órgano dependiente del Ministerio del Interior).

Ernould añadió que, según dicta la ley belga, solo hay dos caminos para que los inmigrantes indocumentados estén en condiciones de ser regularizados: o haber pedido asilo político durante tres años o ser víctima de una enfermedad.

Sin embargo, desde la Unión de los Sin Papeles  y la Liga de los Derechos Humanos se quejan de que el criterio que siguen las autoridades de extranjería para decir quién tiene derecho a la regularización no “está nada claro”, explicaron sus portavoces.

La Oficina de Extranjeros esperaba que durante el martes y ayer, un funcionario de alto nivel del Ministerio del Interior visite las instalaciones del edificio ocupado para tratar de llegar a una solución con los huelguistas.

Su portavoz explicó que una de las opciones es que se dé un permiso de residencia temporal de entre  3 y 6 meses, pero los huelguistas se niegan a aceptar nada que no sea un permiso de residencia permanente.

La protesta más dura
“Es la huelga de hambre más dura que ha habido en Bélgica por ese tema, porque todos los que están aquí son puros clandestinos. Normalmente, la mayoría son demandantes de asilo, pero en este caso todos están aquí por razones económicas”, explica Gerardo Cornejo, el portavoz de la organización Unión de los Sin Papeles.

“Y estos casos son los más duros de aceptar para la derecha y la extrema derecha aquí en Bélgica”, añade.

Según el dirigente, en Bélgica están reconocidos  40 trabajos con déficit de mano de obra (unos 200.000 puestos) y se calcula que hay unos  150.000 clandestinos.

El Gobierno de Ecuador anunció que realiza una acción humanitaria para atender a las ecuatorianas que participan en la huelga de hambre de inmigrantes en Bélgica.

Asimismo, la entidad señaló que, “según informaciones confiables”, las condiciones de salud  de las ecuatorianos “son buenas, aunque ya se advierten señales de cansancio”.

Fuentes consultadas  expresan que los países de América Latina con más inmigrantes ilegales en Bélgica son Ecuador, Colombia y Bolivia.

Unos 6.000 ecuatorianos residen en situación irregular en el país europeo.