Él lo importó de Francia para hacer en España “lo que está haciendo Europa”. Ahora quiere que su propuesta sobre el contrato de integración de los inmigrantes se extienda a toda Europa, y para ello recabó el apoyo de la canciller alemana, Angela Merkel, a quien visitó en Berlín. Se trataría de establecer en toda Europa el mismo contrato, con los mismos valores y principios a los que los inmigrantes deberían asumir para trabajar en cualquier país de la Unión Europea.

El presidente del PP obtuvo hace quince días el apoyo a su carrera por la Moncloa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y de Angela Merkel, con quien coincidió en París. Ayer, Rajoy viajó a Berlín. Ya no se trataba de buscar apoyos, sino de demostrar que se trata de un tú a tú con los líderes europeos: “Me presento a las elecciones con el apoyo del corazón de Europa”, proclamó después de entrevistarse con Merkel, y de que llevar la iniciativa, y “no como ha ocurrido con Zapatero”.

Por eso, planteó a Merkel, durante la media hora que conversaron en su despacho de la cancillería, la necesidad de una política de inmigración común en toda Europa, bajo el principio de decir “sí a la inmigración cuando sea necesaria en los países europeos”, pero con condiciones: que sea legal y ordenada, lucha contra la inmigración ilegal, y que toda la Unión haga una apuesta por la integración.

Para lograrla, la fórmula es, según explicó Rajoy en rueda de prensa posterior a la reunión, en la sede de la CDU -el partido al que pertenece Angela Merkel-extender a toda Europa el contrato de integración, para que exista y en los mismos términos en todos los países. Con este contrato, añadió, Europa conseguirá “frente a la ilegalidad, legalidad; frente al desorden, el orden; frente a la discriminación y los guetos, integración.” Según explicó el líder del PP, Merkel le respondió que le parece muy interesante la propuesta, pese a que, sin contrato, en los länder alemanes ya hay fijados una serie de derechos, principios y valores que los inmigrantes deben asumir, incluido el aprendizaje del alemán.

Pero no es la única propuesta que Rajoy llevó a la canciller, a parte de los regalos con los que la obsequió: un jamón de Teruel, morcilla de Burgos y cava de Girona, de la marca “Gran claustro de Peralada”, el mismo que se sirvió en la boda del Príncipe Felipe. Rajoy cree que Europa debe vincular su política de ayuda al desarrollo, que también debe ser común, al control de la inmigración en estos países, de forma que recibirán más dinero de esta ayuda los países que acepten las repatriaciones de los inmigrantes ilegales, y además tendrán prioridad a la hora de la contratación de inmigrantes.

Rajoy y Merkel hablaron también de economía. El presidente del PP envidia la situación alemana, que considera un triunfo de la coalición de democristianos y socialdemócratas que gobierna ese país. Pero no cree que la fórmula de la coalición entre los dos grandes partidos sea “exportable” a España. El presidente del PP subrayó que él prefiere que haya un partido claro que gobierne y otro que lidere la oposición y la alternativa y además “no la veo ni necesaria ni conveniente”, aunque insiste en que a lo que debe irse es a la recuperación de los grandes consensos “rotos por el PSOE” esta legislatura, sobre España, política antiterrorista, política exterior y protección social, que es lo que ofrecerá pactar a los socialistas si gana las elecciones.