Detenidos catorce sicarios de una red que trabajaba para el cártel de Cali en España
Los arrestados se encargaban del cobro de deudas contraídas por narcotráfico, El líder de la banda permanecía huido
Diario Sur,
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14-02-2008
Secuestros, atracos, asaltos a furgones blindados, extorsiones, palizas, homicidios, tráfico de drogas, venta de armas… Los sicarios del cártel de Cali en España se dedicaban a cualquier actividad ilegal, pero su negocio más jugoso era el de cobradores: localizaban y hacían pagar por la fuerza las deudas del narcotráfico a individuos huidos a Europa para escapar de las redes de colombianas. Una operación conjunta de la Policía y la Guardia Civil ha acabado con esta trama de Cali en la península.
Los efectivos de la Brigada Central de Crimen Organizado de la Policía y de la Unidad Orgánica Judicial de la Guardia Civil detuvieron a los 14 integrantes de la célula (doce en Madrid y dos en Bilbao). Todos ellos, según los investigadores, pertenecían a la ‘red Varela’ del cártel, el grupo de narcotraficantes que exporta el 70 por ciento de la cocaína que entra en Estados Unidos. Interior asegura que los arrestados en la denominada ‘operación Palmira’ también trabajaban como ‘oficina de cobros’ para el grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia.
Antecedentes
Los sicarios estaban dirigidos por un individuo de 28 años, Cristian Andrés García Escobar, ‘Oscar’, un viejo conocido de la policía española. Fue detenido el 13 de septiembre de 2000, junto a otros catorce colombianos, horas después de participar en el fallido asalto a un furgón blindado de Seguritas en Madrid, en el que falleció uno de los atracadores.
‘Oscar’ fue condenado a 21 años de prisión por este atraco y otros asaltos a joyerías y locutorios. Pero hace cinco meses huyó aprovechando un permiso penitenciario. Días después de fugarse fue fichado por el cártel de Cali y los paramilitares para dirigir su ‘oficina de cobro’. Los agentes descubrieron que los miembros del grupo se desplazaban a cualquier punto de España para cobrar deudas, amenazar y extorsionar a los morosos.
La Policía decidió actuar contra este grupo después de conocer que el 1 de febrero los colombianos iban a recibir una partida de quince kilos de cocaína procedente de Barcelona como pago de la parte de una deuda. En los trece registros practicados los agentes se incautaron del alijo de cocaína, un subfusil Uzi, dos pistolas, silenciadores, cargadores, cartuchos y otra munición, además de 2.600 euros en metálico, material electrónico y siete vehículos.
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