El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, aseguró ayer que los inmigrantes irregulares existentes en la actualidad en España «no llegarán a los 300.000», una cifra que se sitúa muy por debajo de los 1,1 millones de ilegales que, según el candidato del PP a la Presidencia, Mariano Rajoy, hay en nuestro país. «Hay muy pocos irregulares», afirmó Caldera durante un foro organizado por «Cinco Días», en el que aseguró además que la tendencia está bajando por elementos como el refuerzo en el control de fronteras. El ministro destacó que cuando el PSOE ganó las elecciones había al menos un millón de irregulares, los 700.000 que solicitaron la normalización más sus familiares, que entraron cuando Rajoy era ministro del Interior, dijo. En relación al contrato de integración del PP, defendió que ya existe un plan de integración e incidió en que la Ley tiene que ser cumplida por todos, sean nacionales o extranjeros. A su juicio, puede generar distorsiones en la convivencia.

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