La diputada de Política Social advierte de que quizá hay “una conciencia social errónea” en torno a este tipo de usuarios

vitoria. La diputada foral de Política Social, la jeltzale Covadonga Solaguren, dio ayer la cara ante la polémica surgida en torno al centro para menores inmigrantes no acompañados. La integrante del Ejecutivo alavés aseguró que, a pesar de que hace una semana ella anunció que la infraestructura se trasladaría a Armentia y el martes la Diputación corrigió que ésta sólo es “una más” de las “muchas posibilidades” que se estudian en Vitoria, Solaguren concluyó que el mensaje de las dos partes ha sido el mismo: que el recinto provisional que desde hace cuatro años radica en las instalaciones de Cruz Roja se trasladará de forma definitiva a otra zona, pero se mantendrá en la capital alavesa.

Este cierre de filas del Gobierno de Xabier Agirre se produce ocho días después de que los trabajadores del recinto de Cruz Roja denunciaran, por segunda vez en los últimos años, que varios de los 28 menores acogidos en el centro – con capacidad para 14 personas – tenían que dormir en el suelo. Tanto PP como PSE criticaron, acto seguido, que se hubiera llegado a este punto. Aunque la Diputación apenas tardó 48 horas en instalar nuevas literas, lo cierto es que el centro ya se ha ganado un adjetivo permanente: colapsado. Sin embargo, Solaguren quiso precisar ayer que el recinto “cumple las condiciones de dignidad, como no podía ser de otra manera”.

la situación actual La diputada, a la que el PP había criticado por no comparecer públicamente para explicar la saturación de Cruz Roja, realizó declaraciones ante los medios en la antesala del primer encuentro de servicios sociales, que reunió en Gasteiz a cargos públicos de decenas de municipios alaveses. Solaguren facilitó a la prensa un plano del actual centro de menores, insistiendo en que el recinto cuenta con una superficie de 350 metros cuadrados.

“Cuando se abrió el recinto, en 2003, constaba de dos habitaciones – una de ellas con servicios – , una oficina y una sala de televisión. Nosotros hemos dado pasos firmes para que estén en una posición mejor. En diciembre, Cruz Roja nos cedió una nueva habitación, con una ducha y un lavabo, que están en proyecto de convertirse en dos duchas”, detalló. Desde hace mes y medio, además, se prevé que Cruz Roja ceda una segunda habitación, donde de nuevo se habilitarán dos duchas. “No hay poco espacio. Hay 28 personas en 350 metros cuadrados”, concluyó.

La diputada, por otro lado, se negó a confirmar si la sede definitiva del centro se ubicará finalmente en Armentia. “Seguimos con los trámites para que antes del verano esté preparado un nuevo centro de acogida y urgencia”, afirmó. Preguntada sobre la posibilidad de que se genere un nuevo rechazo vecinal al recinto, Solaguren adelantó que la Diputación tendrá su puerta abierta para explicar a los ciudadanos en qué consiste el proyecto y cómo son sus destinatarios: “Quizá hay una conciencia social errónea sobre estas personas”.